Los churros y el café en La Vega son casi un emblema en Jerez. La conocida cafetería, abierta en plaza Esteve desde 1961, va camino de un año cerrada, después de que tres años antes se acometiera una importante reforma de casi medio millón de euros.
El cerrojazo se produjo a las puertas del pasado verano y sigue sin haber visos de que La Vega vuelva a la vida, para lamento de quienes ven cada día esa esquina tan mítica cerrada a cal y canto.
Según ha podido saber este periódico, el grupo empresarial que arrendó el establecimiento —tres socios, dos de ellos de origen asiático, Sui Ping Zhang, Suli Liu y Luis Calvo—, cedió un tercero los derechos de explotación, pero este dejó un reguero de impagos que ha desencadenado un litigio que han provocado esa imagen actual de la cafetería. Un local hostelero que tras su reforma, y apertura de su planta alta, quiso enfocar el negocio a las copas, la música en directo, y por un breve periodo de tiempo, a la gastronomía.
La llegada de la pandemia no ayudó al despegue de una cuantiosa inversión que tenía muy complicado amortizarse a medio plazo. Pronto el servicio de comidas naufragó, y toda la cuidada decoración del local y la nueva estética fue degradándose. Así, hasta llegar a un cierre precipitado que incluso dejó las lonas de la terraza en Doña Blanca sin quitar, lo que desencadenó numerosas quejas.
En las reseñas de Google, donde figura que el local está "cerrado permanentemente", La Vega no andaba en mal lugar, con un 3,7 de puntuación sobre 5: "La Vega, cafeteria de toda la vida, en los últimos tiempos ha dado un lavado de cara, pero mantiene la esencia. Buena ubicación y lugar ideal para desayunar y luego ir al mercado a hacer las compras. Los churros tipicos de siempre y muy buenos"; "En pleno centro de Jerez bonito y acogedor lounge de copas... nos ha encantado"; y "el sitio es muy agradable y céntrico, pero la falta de personal hace que el servicio sea bastante pésimo", son algunos de los comentarios que pueden leerse a día de hoy.