La caseta del Pozo de la Víbora es una de las más conocidas de la Feria de Jerez. Familias completas o grupos de amigos que tanto en sus mesas, casi siempre abarrotadas, o en zonas cercanas, degustan sus pinchitos de carne con especias.
Pero este lunes hubo un problema que ha provocado que, durante unas horas, no estuviera funcionando. Un cartel avisaba de que los pinchitos volverían a la tarde. Sobre las seis, un grupito se acercaba a preguntar y se daba de bruces con el cartel: "Venid sobre las siete", les decían.
Según ha podido saber lavozdelsur.es, en la noche del domingo se detectó un problema con una campana extractora, por lo que el humo no salía con la fuerza deseada. Una acumulación que llegó a provocar quejas de casetas vecinas.
En la mañana del lunes, personal municipal acudió para aclarar la situación y en las siguientes horas hubo que realizar modificaciones para que pudieran encenderse de nuevo las brasas. En concreto, según explican fuentes municipales a este periódico, en relación con la citada campana extractora.
Un trabajo de algunas horas con cierta prisa, como es lógico, al procederse a un cambio con la Feria empezada. La cocina igualmente ha ido sirviendo almuerzos y bebidas, pero no de los pinchitos.
En marcha para las cenas
Sobre las siete, todo estaba a punto para comenzar de nuevo a servir. Uno de los platos más originales, que la familia El Kantafi trajo hace más de medio siglo a la ciudad, que empezó con un puesto callejero y que hoy sigue en marcha con los jóvenes Mimoun y Mohammed, nietos del fundador.
Para el turno de cenas, ha retomado su actividad, generando colas que salían varios metros por fuera de la caseta. Todo ha quedado finalmente aclarado.


