El Boletín Oficial del Estado publicó el pasado 30 de septiembre la Orden del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas por la que se establece la relación de municipios a los que resultará de aplicación los coeficientes de actualización de los valores catastrales que establezca la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2015. En dicha relación está Jerez. Dicho proyecto de ley presupuestaria para el año próximo recoge los coeficientes de actualización de valores catastrales en función de la entrada en vigor de las ponencias de valores, correspondiendo a nuestro municipio, en principio, el coeficiente 0,71, ya que la ponencia de valores de Jerez es de 2007. Esto significa que los valores catastrales de los bienes inmuebles urbanos para 2015 en Jerez se verán reducidos en un 29%, afectando a todos los bienes inmuebles urbanos. Esta reducción se sumaría a la reducción del 27 por ciento que se está aplicando este año 2014. Con todo, el contribuyente no notará bajada alguna en los recibos que semestralmente paga de la contribución.
Que los valores catastrales se adapten a la realidad del mercado no significa terminar con el catastrazo pero mucho menos que el temido IBI vaya a verse rebajado. De hecho, en el pleno extraordinario de mediados del pasado junio en el que el gobierno local aprobó el tercer Plan de Ajuste del Ayuntamiento en lo que va de legislatura, hay un punto que deja meridianamente claro el extremo anterior. De las 5 medidas de ingresos que contiene este nuevo Plan de Ajuste, forzado por la necesidad de flexibilizar la devolución de los préstamos ICO (cuyos vencimientos se han ido impagando por parte la alcaldesa Pelayo) se hacen uso únicamente de dos, y una de ellas es precisamente la relacionada con los impuestos sobre bienes inmuebles.
En el punto denominado 'Actualización de tipos y tasas', hay una referencia destacable al asunto del catastrazo, al que el PP parece renunciar definitivamente pese a que fue una de sus grandes promesas electorales a los jerezanos. Si prometieron que se actualizarían y adaptarían los valores catastrales del municipio a la realidad del mercado, para lógicamente rebajar las cuotas de IBI que soportan los jerezanos, ahora de pasada en este Plan de Ajuste se comprometen expresamente a todo lo contrario. Las cuotas del IBI se van a mantener y una vez se actualice la ponencia se subirá el tipo impositivo para que la recaudación no baje. Es decir que la reducción de los valores catastrales para adecuarse a los valores de mercado no va a beneficiar a los jerezanos, que seguirán pagando lo mismo por la contribución.
"La última ponencia de valores total data de 2007, por lo que no es anterior a 2003, si bien en todo caso el gobierno municipal garantiza el mantenimiento del importe global de la cuota íntegra del ejercicio anterior", reza el documento remitido por Economía al Ministerio de Hacienda y aprobado en pleno por el PP hace tres meses y medio. En este punto, la memoria añade: "Se aprobarán tipos de gravamen que compensen los efectos que las posibles reducciones generalizadas de los valores catastrales de nuestro municipio pudieran conllevar para ejercicios futuros".
Es decir, si cuando se aprobó el catastrazo, un año antes del crash inmobiliario, se modificó el tipo para que no se dispararan los recibos, ahora el gobierno local hará la maniobra inversa y ajustará el tipo impositivo al alza para mantener el mismo volumen de ingresos que sale de los bolsillos de los contribuyentes. El importe o cuota a pagar de este impuesto se calcula aplicando un porcentaje a la base liquidable, que es el resultado de aplicar la reducción legalmente establecida a la base imponible o valor catastral del inmueble. El valor catastral se fija anualmente por el Ministerio de Economía y Hacienda a través del Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria de Jerez. Dicho valor catastral es la suma del valor de suelo y el de la construcción.
Del mismo modo, y aunque se ha anunciado públicamente que no existirán subidas impositivas en 2015, también llama la atención en el documento del Plan que el IPC contemplado previsto sea del 1,55% y del 2,05% a partir del año próximo, teniendo en cuenta que este año ha sido solamente del 0,29%. Como ya advirtió la oposición en su momento, igualmente se habla de subidas en casos excepcionales pero no se explica cuál puede ser esa excepcionalidad. Por último, otro detalle a destacar en este apartado es que la Orden ministerial que flexibiliza la devolución de los pagos de los préstamos ICO establece que dentro de cuatro años los servicios públicos han de autofinanciarse al 100% por medio de su respectiva tasa o precio público. Esto significa, sí o sí, más impuestos de aquí a 2018. Asuntos, evidentemente, por los que el 'ejecutivo' de Pelayo ha pasado de puntillas para no generar alarma a meses de las municipales.
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