San Fernando y Algeciras estrechan lazos en torno a un recorrido conjunto, la Ruta de la Revolución Flamenca, por los enclaves donde crecieron, vivieron, crearon y están enterrados sus dos hijos predilectos.

La primera vez que se vieron fue en una fiesta en Jerez a principios de los 60. Desde entonces, la amistad y la admiración mutua jamás cesó. Trasladados a Madrid, juntos firmaron nueve discos conjuntos entre 1969 y 1977. Los suficientes para conformar una pareja de leyenda que revolucionó la música, el flamenco concretamente, en menos de la década prodigiosa que protagonizaron. Ambos nacieron en diciembre en dos ciudades marineras de la provincia de Cádiz. Uno payo y el otro de familia gitana. Uno en la Isla Verde de la Bahía de Algeciras y otro en la Isla de León de la Bahía gaditana. Solo separados por 100 kilómetros de distancia. "Los mejores momentos de mi vida los he pasado con Camarón", dejó dicho Francisco Sánchez Gomez, Paco de Lucía (Algeciras, 1947-2014). "Paco de Lucía es un guitarrista redondo (...) y es mi hermano", pronunció José Monje Cruz, Camarón de la Isla (San Fernando, 1950-1992). Tanto tiempo después, sus tierras natales han construido (y reconstruyen) una ruta común, la Ruta de la Revolución Flamenca, con catorce paradas en torno a sus recuerdos, a la espera de que se pongan en marcha los espacios museísticos para honrar la memoria de ambos geniales artistas.

En la presentación de la Ruta en la feria internacional de turismo Fitur, la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, ha destacado que "si importante era Camarón e importante era Paco, su unión los hizo más gigantes; como más gigantes seremos Algeciras y San Fernando, dos bahías hermanadas como lo estuvieron Paco y Camarón, con esta Ruta conjunta. Una Ruta en la que los amantes del flamenco o personas que simplemente se sientan atraídas por estas geniales figuras, podrán sentir, percibir y estar en todos aquellos lugares donde estos dos grandes estuvieron durante todo su vida y donde formaron su propia personalidad y que hicieron posible que la magia del flamenco, y su revolución, llegara a la música". Por su parte, el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha subrayado que cualquiera que quiera acercarse a ambos mitos debe "conocer los rincones donde crecieron y que les inspiraron sus composiciones y cantes". "Ellos crearon escuela, dejaron grandes semillas, y eso se puede vivir y disfrutar en nuestra tierra. Con Paco y Camarón sabremos que llegaremos a buen puerto, solo se trata de imitar la grandeza de ambos genios", ha añadido. Por cierto, la grandeza de ambos genios ha propiciado que dos ayuntamientos gobernados por signos políticos diferentes (PP en Algeciras y PSOE en San Fernando) se hayan puesto de acuerdo. No debería de ser noticia, pero también lo es.

De Las Callejuelas a la Bajadilla

En el barrio cañaílla de Las Callejuelas, en la calle Carmen, 29, en una casa registrada desde 1903, comienza la leyenda cantaora de Camarón. Su casa natal, "intenta recrear un periodo poco conocido de su infancia y su juventud, etapas que influyeron en la formación de este mito universal del flamenco". En la Bajadilla algecireña, en la calle San Francisco, 8, es donde vino al mundo el guitarrista hijo de Antonio y Lucía la portuguesa. La placa conmemorativa de la casa donde nació Paco está cerca del mercado de abastos, la Plaza de Algeciras, donde su padre tenía un puesto de telas y quincalla con el que llevaba el sustento a casa. "Sus hijos recordarán las horas que pasaron bajo este puesto haciendo caligrafía y aprendiendo a hacer cuentas mientras su padre despachaba el género". La Ruta de la Revolución Flamenca. Camarón de La Isla - Paco de Lucía, que así se llama el recorrido entre los puntos claves en la vida (y posterior obra) de ambos, arranca, si se empieza por Algeciras, en la plaza Alta, que aparte de ser el corazón de la ciudad campogibraltareña y estar asentada en ruinas musulmanas, da título a una soleá del álbum Almoraima del icónico guitarrista. Si se empieza por San Fernando, hay que partir Las Callejuelas para llegar a la fragua de Camarón. Como cuenta el folleto descriptivo de la Ruta, "su padre, Juan Luis, gran aficionado al cante, se ganaba la vida como herrero y el pequeño José, mientras daba fuelle y aviva la lumbre, ya escuchaba sus primeras saetas y fandangos". Cerca de la calle Amargura, donde acabó esa fragua, está la plaza de toros, epicentro de una de las obsesiones del Camarón niño: la de convertirse en torero. 
Volvemos a Algeciras. Ante el edificio victoriano del Hotel Reina Cristina, levantado por un escocés en el XIX, estaba la playa de El Chorruelo, a la que Pacó hasta tocó por bulerías. Antonio, el hermano mayor de Paco, trabajó de botones en este hotel y contaba, según dicen, historias del establecimiento hotelero, por aquel entonces el más caro de España, que dejaban con la boca abierta a los oyentes. La playa desapareció y con esta extinción, una vieja escalerita que ahora lleva a ninguna parte. Los recuerdos, no obstante, permanecen. En la avenida Virgen del Carmen puede contemplarse un monumento al De Lucía, obra en bronce de Nacho Falgueras, inaugurado en 1994, justo cuando su tierra lo nombraba Hijo Predilecto. Luego también fue nombrado Doctor Honoris Causa por el Berklee College of Music de Boston, entre decenas y decenas de honores y reconocimientos nacionales e internacionales.

En el folleto explicativo de la Ruta hay cosas que llaman la atención. Que solo se ofrezca la posibilidad de ir entre ambas ciudades en taxi (128 euros entre semana; 155 euros en fin de semana) o en autobús (San Fernando tiene una parada, carece de estación de autobuses). Hagamos como hagamos la ruta que conecta ambas ciudades, también habrá que parar para admirar el monumento a Camarón en La Isla. Está en la plaza Juan de Vargas y fue realizado en bronce por el autor isleño Antonio Aparicio. Mide 1,75 centímetro y pesa 500 kilos. Pocos son para el peso que ha tenido en la historia este genio del flamenco. La escultura acabó de materializarse en 1992, justo cuando el cantaor dejó este mundo, y fue expuesta en la Expo de Sevilla celebrada aquel año. En la misma plaza está la emblemática Venta de Vargas, fundada en 1942 y un must de San Fernando. Con ocho añitos ya venía Camarón a darse una vueltecita para empaparse de cante jondo. Tras la muerte de su padre, dejó la escuela y se volcó en el cante, y cuando lo hacía público, lo hacía sobre todo aquí, en el que hoy es un auténtico museo del flamenco. 

Aquí nació 'Entre dos aguas' y donde el Nazareno le dio 'su' bendición

En Algeciras, avanzando por la carretera (sea en taxi o como sea), hay que acudir para seguir la Ruta a la Punta del Faro. "Uno puede hacerse a la idea de cómo la fuerza del paisaje pudo influir tanto en la obra de Paco". Aquí está la clave de Entre dos aguas. Un tema improvisado que le catapultó a nivel mundial. "La ensenada de Getares, la vieja ballenera después, los arroyos que vierten en la Bahía y, por fin, el faro, desde el que se divisan ya las costas del África blanca. Al oeste, el Atlántico, frío, peligroso, ruta al Nuevo Mundo. Al este, el cálido Mediterráneo, griego, romano...", describre con precisión el dossier de la Ruta de la Revolución Flamenca. En efecto, eso es Entre dos aguas. Poesía y cartografía para seis cuerdas flamencas. Un ramalazo de inspiración para el que había que reponerse. Como amante del buen pescado, muchas veces se relajó el guitarrista en Casa Bernardo, un chiringuito a pie de playa, en el Rinconcillo, donde se despachaban, y se despachan, boquerones fritos, ortiguillas, puntillitas... "Paco fue pescador también y, hasta bien entrado en años, se sumergía en las aguas del Rinconcillo, o de Quinta Roo después, para sacar "solo lo que me voy a comer".

En el caso de Camarón, como muchos en su ciudad, fue devoto del Nazareno, cuya imagen se venera en el número 77 de la calle Real, la Iglesia Mayor de San Fernando. Con sus torres gemelas, sede del juramento a las primeras cortes constituyentes de España en 1810, "cuando España era solo La Isla y Cádiz, cuando el puente Zuazo fue el límite de la España libre", Camarón acudió allí justo el día después de su boda para recibir, él solo, la bendición del Nazareno. "Me he casado, ¿te parece bien? Vengo para que me des tu bendición". Su hermano mayor, Manuel, que le acompañó ese día, da fe que Jesús se la dio. Y de allí salieron los dos. No está tan lejos la calle Manuel de Arriaga. Allí está desde el 18 de diciembre de 1989 la sede de la peña flamenca de Camarón. Poco antes de morir, el propio José colocó su primera piedra. Es un centro flamenco activo y en otoño celebran el concurso de cante Memorial Camarón de La Isla. 

El cementerio viejo está en la carretera algecireña del Cementerio. En su patio de San José quiso Paco descansar. Su cadáver fue repatriado a España tras fallecer en el hospital de Tulum, Quintana Roo (México). La muerte le sobrevino una tarde del 25 de febrero de 2014. El Rey Felipe VI acudió a una primera capilla ardiente instalada en Madrid, en el Auditorio Nacional. En la Iglesia de La Palma, la patrona de Algeciras, se celebró el funeral. Como su gran amigo, también Camarón quiso ser enterrado en el cementerio de su localidad natal. "Me gustaría que me enterreran en San Fernando". Y así fue tras fallecer un 1 de julio de 1992. Día de infausto recuerdo en el que desapareció la persona y amaneció, con más fuerza si cabe, el mito. El Mausoleo de Camarón es la última parada de la Ruta que empezó por Algeciras. La escultura es obra del isleño Manuel Correa, mientras que los trabajos de forja de hierro son del jerezano Francisco Fernández. Un auténtico lugar de peregrinación cada año; décimo cuarta huella de una ruta, en dos municipios separados por 100 kilómetros de distancia, marcada por las constantes vitales y la memoria de dos artistas que han dejado un legado imborrable.

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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