La Diócesis de Asidonia-Jerez, al margen de abordar el futuro de La Cartuja y su apertura definitiva a las visitas, trabaja para establecer un circuito con "entrada única" por los ocho templos más importantes del corazón de la ciudad. El objetivo es satisfacer la alta demanda ante el número cada vez mayor de turistas que llega a la ciudad en cualquier época del año y, en paralelo, contribuir con estos ingresos a mantener y conservar estos templos, siempre en un estado frágil de conservación y ávidos de ingentes inversiones en rehabilitación.
"Llegan muchos turistas a la portería del Obispado preguntando a quién hay que acudir o dónde preguntar cómo visitar templos como San Lucas…", resumía el obispo de Jerez, José Rico Pavés, en el transcurso de un encuentro con lavozdelsur.es con motivo de una entrevista concedida a este periódico.
"A inicio de curso se han hecho una serie de cambios de párrocos con la intención de dar a las parroquias del Centro Histórico una unidad pastoral; es decir, que tengan coordinación de horarios, de celebraciones y unidad. Ojalá se consiga eso para abrir a las visitas estos templos", mantenía el prelado. Y abundaba: "Un mensaje que queremos ir transmitiendo es la necesidad de colaborar para mantener estos templos abiertos. Y además de la proyección religiosa, pues que esa proyección cultural también se cuide".
"Lo ideal sería un circuito común. Y estamos también pensando de qué manera sería viable la posibilidad de un billete único para visitar estos lugares, que también facilitaría incluso el acceso a los que están más alejados. Ahí se van a ir dando pasos poco a poco", mantenía, enumerando que este circuito incluirá la Catedral y San Miguel —que de alguna manera ya tienen exposición de su patrimonio enfocada a los visitantes—, junto con Santiago y San Dionisio, y los templos dedicados a los cuatro Evangelistas: San Mateo, San Lucas, San Juan y San Marcos.
Sobre el papel que, más allá de las hermandades y los particulares, deben desempeñar las administraciones públicas en materia de conservación de estos bienes patrimoniales, Rico Pavés afirmaba: "Evidentemente, por la calidad y la magnitud de alguno de estos templos, sin la ayuda de las administraciones no se pueden seguir sosteniendo. Yo encuentro que hay buena voluntad, pero todos somos conscientes de las dificultades que tenemos en los servicios públicos a nivel eclesiástico".
En todo caso, aclara la difícil paradoja a la que se enfrentan desde el Obispado de Jerez: "Las necesidades pastorales hoy las encontramos más en las zonas de expansión de Jerez, o sea, en las afueras, donde es necesario construir parroquias —como la del Rocío, en la zona de Barbadillo— porque es donde se encuentra ahora allí la gente. Y sin embargo, las necesidades de conservación del patrimonio están donde ya hay menos población. Esos contrastes son los que tenemos que ir superando".
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