El SUP dice que el Policía Nacional que se empotró contra la glorieta de los 'caballitos de colores' sufrió la rotura de dos costillas y que la Policía Local no llamó a una ambulancia.
Ni había consumido alcohol ni se negó a pasar el test de alcoholemia. Así de claros se muestran tanto el abogado como el sindicato al que está afiliado el agente de la Policía Nacional que el pasado 11 de noviembre empotraba un vehículo en la glorieta popularmente conocida como la de los caballitos de colores, en el entorno de Ifeca. Es más, denuncian una actitud “negligente” de los agentes del 092 actuantes ya que, entre otras cosas, no solicitaron la presencia de una ambulancia en el lugar del accidente.
Francisco Camacho, del Sindicato Unificado de Policía (SUP), explica que los hechos ocurrieron después de que el agente implicado se quedara dormido al volante de la furgoneta que conducía, perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía. Miembro de un grupo especial, llevaba “20 horas” sin descansar ya que, junto a otros compañeros, había estado inmerso en un dispositivo de vigilancia y control en Jerez. Cuando acabó el servicio, a eso de las seis menos diez de la mañana, se dirigía a su domicilio, en la Sierra, cuando se quedó dormido conduciendo, empotrando el vehículo contra el bordillo perimetral de la rotonda y accediendo a ella, rompiendo una de sus esculturas. “El agotamiento físico pudo con él. El impacto fue brutal y, literalmente, la furgoneta voló”.
Camacho indica que a consecuencia del fuerte golpe, quedó inconsciente, algo que dice que reflejan las propias diligencias del 092. El accidente, además, le provocó la rotura de dos vértebras, dos pinzamientos y un fortísimo golpe en el pecho, además de dejarle “en estado de shock”. “Así es normal que no se mantuviera en pie, por ello la confusión de que estuviera en estado de embriaguez”.
Aun todo esto, señalan que el agente fue conducido en un coche policial a la jefatura del 092, en el Almendral, algo que critica el SUP. “No entendemos cómo se actuó de esta forma tan negligente. En un impacto tan fuerte y con una persona que está inconsciente en el vehículo, no sabemos por qué no se solicitó una ambulancia para que le trasladara al hospital para comprobar si tenía lesiones internas, como a la postre ocurrió”.
Ya en jefatura, según dicho sindicato policial, el 092 le requirió que pasara el test de alcoholemia, pero el agente afirmó que no podía porque no estaba en condiciones por su estado de salud. Además, conociendo los derechos que le asistían, solicitó llamar a su esposa y que le trasladaran al hospital por los fuertes dolores que tenía, algo que no ocurrió. “De hecho, su mujer se entera de su accidente y detención a través de una compañera de él”, afirma Francisco Camacho.
De esta manera, el policía se acogió al habeas corpus. Joaquín Bernal, abogado del agente, recuerda que el habeas corpus constituye una institución de orden jurídico por el cual la persona que se acoge a la misma pasa directamente a disposición judicial, siendo un juez el que determina, una vez oído el testimonio del detenido, si el arresto es legal o ilegal y, por lo tanto, puede decretar que finalice. En este caso, el titular del juzgado de Instrucción 4 de Jerez ordenó su libertad “para que recibiera asistencia médica, porque no estaba en condición de declarar”.
Bernal, al igual que el SUP, afirma que “hay una serie de cosas en el procedimiento que estamos estudiando porque no las vemos correctas, como que no se solicitara asistencia médica, algo que nos sorprende”. Igualmente, señala que a pesar de existir por parte del 092 una hoja de información de sus derechos “no está firmada por él”.
En cuanto a la multa de 15.000 euros que el Ayuntamiento solicita en concepto de daños y perjuicios a la Policía Nacional, desde el SUP señalan que, en principio, de eso se hará cargo el consorcio de compensación, si bien tampoco quieren aventurar nada puesto que el asunto está judicializado y aún falta la declaración de todas las partes y el juicio posterior.
Por su parte, la Policía Local, de momento, se remite a la nota remitida desde el gabinete de prensa del Ayuntamiento de Jerez, en el que se informaba de la detención del agente y de su negación a someterse a la prueba de alcoholemia.
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