En todas estas postales antiguas (primer tercio del siglo XX) de las bodegas Domecq podemos ver una gran variedad de temas que en Jerez conocemos muy bien: la entrada de los trabajadores, fajados, a las bodegas Domecq; hombres y mujeres vendimiando con canastas de aenea; cargando botas en los vagones del tren urbano bodeguero; labores en el taller de tonelería; tren de embotellado-envasado; carga de botas en carros; labor de zarandeo; depósitos para la destilación de vinos; cuarto0 de enología; interior de las bodegas de crianza; expositores; soleo en la viña El Majuelo.
Son importantes testimonios gráficos a los que aún no se les ha sacado suficiente aprovechamiento cultural, historiográfico, etnográfico… Nos recuerdan cómo éramos cuando todo dependía del cultivo de la vid, la vendimia, la crianza de los vinos y su comercialización internacional.
Hoy ya este mundo, aunque ni mucho menos desaparecido, no roza ya a la mayoría de los jerezanos y jerezanas. Hoy ya este mundo ha quedado reducido a muy pocos trabajadores que de manera directa sacan adelante la centenaria producción vínica que hizo a nuestra ciudad un sueño exquisito en el paladar de millones de seres que en el pasado bebían el vino de Jerez en todo el planeta.
Disfrutemos, aprendamos, valoremos y analicemos estos tesoros gráficos.
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