Hambre en Jerez.
Hambre en Jerez.

Entre 1518 y 1523 se desató en Jerez una epidemia de peste muy severa, produciendo centenares, quizás miles, de muertos. El famoso “Extracto de las ocurrencias de la peste que aflixió a esta ciudad…”, escrito por Juan Daza en 1523, relata sobrecogedoramente aquellas circunstancias, incluyendo horrendos episodios de canibalismo. Las descripciones que pueden leerse en ese Diario son bien crudas:

En este dicho año valia la libra de las pasas / a medio real y la libra dellos peros a me- / dio real y esto era por hebrero y março y a- / bril hasta mayo entre tiempo andaban la mizeri- / cordia y los hermanos por las calles pidiendo /  por amor de dios con infinytos muchachos y dan- / do los mayores gritos del mundo que nos morimos / de hambre y no avia quien les pudiese dar cosa / y como heran tantos no cabian en los ospitales y que- / davanse por las calles de noche y davan los / mayores gritos que jamás se vieron y dellos se / metían en tinajas y allí amaneçian muchos mu- / ertos por las mañanas ya no avia quien los en- / terrase.

En este dicho año andaban los onbres y mujeres por los / campos paçiendo como bestias cardos y hino- / jos y alcauciles y otras yerbas muy / peores de las quales murieron muchos hynchados. / En este dicho año por el mes de março eran tantos ya los / que se morían de hambre y de otras enfermedades asi / como modorra que començo entonces la mas bravísima / que se vido que no escapavan sino por mara- / villa y andaban onbres a enterrar aquellos cuerpos / y eran tantos los muertos que no los podían so- / terrar a todos y muchos se dejavan y los comían / los perros y era tanto el hedor que no avia on- / bre que anduviese por las calles ya començavan / a morir de pestilencia y esto era por el mes de mar- / ço”.

Es decir, cuando la peste apareció en escena, se activaron algunos de los más temibles factores coadyuvantes para que la enfermedad devastara la población: 1º) la escasez de abasto público de pan, o directamente el hambre, 2º) la insuficiencia de las medidas sanitarias preventivas y ejecutivas una vez declarado el contagio, 3º) la presión fiscal y cierta inestabilidad política (el levantamiento de las "comunidades de Castilla" tiene lugar entre 1520 y 1522).

Y aquí, respecto a ese primer factor, es donde encontramos una carta en las actas capitulares conservadas en el Archivo Municipal, firmada por 20 vecinos de Xerez, dirigida a los señores caballeros veinticuatros, corregidor y jurados del concejo, pidiendo in extremis medidas eficaces para traer pan a la ciudad y no permitir que el mismo se vendiera a precios inasequibles, ya que la consecuencia era, como dice el texto original, bien conocidas: “la estrema neçesidad de pan que al presente ay en esta / çibdad y el mucho valor que vale a cuya causa y por no tener dineros / para tan creçido preçio de cada día la gente pereçe”. Entonces, estos 20 vecinos, viendo a la gente morir de hambre en las calles, “con el acatamiento devido”, se dirigen por escrito al concejo y ponen en evidencia la situación, es decir, denuncian que el concejo está practicando una política inútil para solucionar el problema. Los apremiados y apremiantes firmantes, muy hábiles, añaden: “pues que ya / loado nuestro señor haze tiempo para venir por todas las partes…”, esto es, impiden al concejo excusarse diciendo, por ejemplo, que por causa del mal tiempo (mala mar) o por causa de la descomposición de los caminos por efecto de las lluvias, no podía venir el pan a Xerez. Quizás era el caso que, justamente a finales de febrero de 1522, el tiempo era estable y había ocasión expedita para el tráfico comercial.

Ofrecemos el interesante texto original, de 21 de hebrero de 1522, y su transcripción:

hambre jerez 1522
hambre jerez 1522

“Muy magníficos señores. Los vezinos desta çibdad de xeres que de iuso firmamos nuestros nombres por / nos y en nombre de los otros vesinos e viudas e güerfanos e personas / ___(¿) con el acatamiento debido besamos las manos de V.S. a la / qual es notorio la estrema neçesidad de pan que al presente ay en esta / çibdad y el mucho valor que vale a cuya causa y por no tener dineros / para tan creçido preçio de cada día la gente pereçe de que dios nuestro / señor e sus magestades no son servidos ny esta çibdad apro- / vechada, por reverençia de dios nuestro señor les suplicamos den / orden e manera como aya pan e venga a ella pues que ya / loado nuestro señor haze tiempo para venir por todas las partes, en lo qual / demas de hazer serviçio a dios nuestro señor sus magestades / seran servidos e esta çibdad que gobiernan aprovechada, nuestro señor / sus magnificas personas guarde en su serviçio”.

Sobre el autor:

Cristóbal Orellana.

Cristóbal Orellana

Licenciado en Filosofía (US), Diplomado en Geografía e Historia (UNED), Máster en Archivística (US), Máster en Cultura de Paz y Conflictos (UCA), de profesión archivero, de militancia pacifista, de vocación libertario, pasajero de un mundo a la deriva.

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