Norson Gutiérrez reside en España desde hace 10 meses, al huir de su país de origen después de sufrir un secuestro a cambio de dinero. "Todo cambió cuando Hugo Chávez llegó al gobierno", asegura el latinoamericano que opositaba vigilando que no hubiera irregularidades durante las elecciones. 

"Fuera de la ley —nos enseña la historia— solo hay arbitrariedad y abnegación misma de la libertad", expresó el Rey Felipe VI durante su intervención en el 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas en España. En el acto, celebrado en el Congreso de los Diputados, los grupos y partidos políticos también recordaron a las víctimas de la Guerra Civil y los 35 años de dictadura franquista. En la historia política hubo un presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez, que decía que los gobiernos de militares se convertían en dictaduras. Venezuela y España comparten una historia de represión social, de exilio. Mientras en la primera mitad del siglo XX uno fue país de acogida, hoy se intercambian los papeles y tejen un nuevo puente salvavidas. 

Norson Gutiérrez, con 41 años, lleva unos diez meses en Jerez bajo asilo político. Productor de leche y carne y opositor venezolano, cuenta que salió de su país de origen por miedo, ya que él y su padre sufrieron un secuestro a cambio de dinero. "Menos mal que tengo 23 hermanos y entre todos pudieron aportar algo", sonríe ahora. No quiere hablar mucho sobre ello. Intenta pasar página, que los monstruos no asomen por la almohada. "Decidí salir con mi esposa y con mis hijos al ver que la situación cada vez empeoraba más. Hay una inseguridad... Allá no hoyes un móvil sonar nunca, allá todos los cargan vibrando. Por la inseguridad tan fuerte que hay", relata. Asiente y se lleva las manos a la cara. "Una cosa es contar y otra es vivirla". 

Aún recuerda cuando Venezuela no era sinónimo de pobreza y delincuencia. En 1988 tanto Norson como su familia disfrutaban de una buena calidad de vida. "Todo cambió cuando Hugo Chávez llegó al gobierno", justo diez años después. "Pintó muchos pajaritos y los supo pintar. Ofreció muchas cosas buenas", asegura, hasta que empezaron a cambiar leyes. "Modificaron la ley del trabajo donde postulaban que un 80% era a favor del trabajador y un 20 para la empresa. Es decir, si un empleado se está portando mal, usted tiene que pedir permiso al Estado y demostrar que ese trabajador no lo está haciendo bien para echarlo, pero si el Estado te dice que no, tienes que seguir manteniéndolo". Inestabilidad que provocó la desindustrialización en el país. "También cambiaron la ley de la policía, de inversiones, de los bancos… Tú tienes un dinero en el banco y el gobierno es quien te dice cuánto dinero puedes sacar". 

"La inflación es tan grande que actualmente el salario mínimo es de 8 euros mensuales"

Sin apenas trabajo, producción, medicamentos y con la devaluación del bolívar venezolano en aumento, el pueblo de Venezuela empezó a recurrir al contrabando, al "bachaqueo", como ellos lo denomina. Norson no fue una excepción. "La inflación es tan grande que actualmente el salario mínimo es de 8 euros mensuales. ¿Qué hace la gente? Compra pan en Venezuela y lo vende por muchísimo más en Colombia. Es tanto que hasta las mujeres que están en periodo de gestación han creado un grupo de WhatsApp para vender pañales". Todos hacen números e intentan sacar provecho de la compra venta para llevarse algo de comida a la boca. Pero de nuevo, surge otro problema: ¿Qué comemos? Norson habla de cupos, donde una persona solo puede comprar un kilo de azúcar una vez cada dos semanas, de largas colas y también de la inflación: si el salario mínimo es de 100.000 BsF (bolívares de Chávez), el precio de una botella de un litro de aceite asciende a 60.000 BsF. 

Bajo este halo de caos, ¿cómo es posible que el Chavismo siga triunfando en las urnas? "Hay mucha gente comprada, el gobierno te da casa, comida, carros, mercado, nevera, lavadora… Esos son los que le defienden. El Estado se aprovecha de la gente que está bastante necesitada, les ayudan y los fichan". Los reclutan como caciques para que acompañen a los votantes durante las elecciones y asegurarse de que votan por el Partido Socialista Unido por Venezuela (presidido por Nicolás Maduro, el actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela. "Ellos crearon el 1 por 10 para las elecciones, donde una persona vigila a diez en las elecciones de presidente, de gobernadores…". Es ahí cuando entra la oposición de Norson Gutiérrez para impedir el caciquismo durante el periodo electoral. 

"Nosotros sabemos que no podemos hacer nada, estamos desarmados porque las actas las revisa el propio Estado... Es como fritar un pedazo de carne y tener el sartén por el mango. Ellos tienen el sartén por el mango, no podemos hacer nada", lamenta. Impotencia, frustración... Norson recuerda que un antepasado suyo, de origen español, se exilió a Venezuela durante el franquismo. Hoy, como la historia también es cíclica, su familia huye de Venezuela para encontrar un refugio en España. Las dos tierras comparten idioma, clima, gastronomía y un pasado y/o presente de dictadura. Para él el cambio ha sido "del cielo a la tierra. La tranquilidad, puedes salir por ahí...". Y hace poco ha conseguido un puesto de mantenimiento en un hotel. Pero durante toda la entrevista insiste: "Esto es para vivirlo".

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Claudia González Romero

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