Una de las incluidas "arbitrariamente" en el ERE de 260 empleados públicos promovido por el gobierno local del PP en el Ayuntamiento relata los problemas y graves dificultades que sufre desde que fue despedida hace casi año y medio: "Ahora no les puedo dar ni una merienda a mis hijos"
"Me siento desprotegida, desamparada y todavía no he encontrado a nadie que me explique el porqué, cuáles son las razones por las que estoy aquí". Quien habla responde a las iniciales A.H. (ha preferido no dar su nombre) y es una de las incluidas en el ERE municipal que se ejecutó hace ahora casi año y medio. Desde entonces, "todos mis problemas se han multiplicado por 20.000".
Remontémonos a septiembre de 2012, mes en el que se ejecutó el ERE, que como se recordará fue considerado arbitrario y no ajustado a derecho por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. En esas fechas, A.H. andaba tramitando su divorcio, que califica de "bastante lamentable". Durante los últimos años, la relación con su exmarido no pasaba por buenos momentos y tuvo que darse de baja por depresión en varias ocasiones, por lo que sospecha que "han podido utilizar eso para echarme, aunque nadie se ha molestado en preguntarme qué me pasaba".
Madre de dos hijos pequeños, en estos momentos vive en una casa compartida, ya que tiene la cuenta embargada y tan sólo recibe 250 euros de prestación por desempleo. Paga 209 de alquiler. En condiciones normales debería percibir 1.045 euros de paro, aunque actualmente está haciendo frente a las deudas contraídas durante su matrimonio, ya que su exmarido dejó el trabajo que tenía. "Me tuve que ir de otra casa en la que vivía porque pagaba 250 de alquiler y aparte los recibos... debía tres meses y no podía pagarlo", cuenta.
Ante este panorama se las apaña recurriendo a Cáritas, que le dona alimentos. "Ahora no les puedo dar ni una merienda a mis hijos", cuenta apesadumbrada. A.H. se queja de los Servicios Sociales del Ayuntamiento: "No me veo arropada por ellos". Desde hace unas semanas está moviendo cielo y tierra para poder encontrar un trabajo, ya que en estos momentos se ve "con un pie en la calle y nadie me da una solución". Ni siquiera los sindicatos: "no me he sentido ayudada, es más, creo que son de los mayores responsables que hay en esta historia. No han hecho nada, por lo meno hasta el día de hoy".
"Ahora mismo tengo la habitación, pero yo no sé mañana, porque no se me está respondiendo por parte de los Servicios Sociales. A pesar de que conocen mi situación, que salí del ERE… sé que hay mucha gente necesitada pero es que yo también lo estoy ahora mismo. Tengo dos hijos que no puedo atender", repite sollozando.
Su familia, ese salvavidas al que se agarran muchos parados en estos tiempos difíciles, poco puede hacer por ella. "Tengo dos hermanos discapacitados y mi madre vive en una casa con una sola habitación que pertenece a la Fundación de Cáritas". A.H. confiesa que "esperaba salir en el ERE, porque no tengo enchufe de ninguna clase. Tengo mis propias ideas políticas pero nunca las he expuesto y me he limitado a hacer mi trabajo lo mejor posible".
Esta afectada lamenta que, a pesar de tener cita con la alcaldesa desde octubre y de intentar hablar con ella en repetidas ocasiones, "todavía no he podido". "Desde que es alcaldesa -añade- parece que se ha olvidado de la gente". A.H. asegura que García-Pelayo "tenía conocimiento de mi situación personal". A la alcaldesa sólo le reclama una cosa: "una explicación. Creo que debía haber dado la cara. He hablado con su secretaria y con la de Antonio Real en varias ocasiones y se me ha dado largas".
"Todavía no sé por qué estuve en la lista del ERE, aunque creo que ni ellos mismos lo saben. Esto es política y yo no soy política ni mis hijos son política. Aquí no hay nada claro, lo único que está claro es que yo estoy con los dos pies en la calle". Eso sí, advierte: "No quiero que mi caso se convierta en un argumento para que se pueda utilizar en un Pleno, porque es muy triste. Soy madre de dos hijos, y no quiero que se haga política para al final no solucionar nada".
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