Manuel Domínguez es técnico electrónico y a sus 50 años, después de varios en paro, se ha lanzado a la aventura de abrir su propio negocio de reparaciones. Ha dejado de formar parte de los 33.608 parado que contabiliza Jerez, seis menos que en octubre.
¿Puede haber salida para los 33.608 jerezanos y jerezanas que están en paro? Es posible. Una de las alternativas es crear tu propio puesto de trabajo, ser autónomo, especialmente cuando tienes 50 años y no gozas de la buena forma física que se tiene con 15 o 20 años menos. Esto pensó Manuel Domínguez, técnico electrónico con una amplia experiencia, que se ha convertido en emprendedor al poner en marcha una empresa de reparaciones, ‘El Técnico’, en el Parque Atlántico, después de años en paro en los que solo realizaba trabajos muy esporádicos a conocidos.
En ilusión y fe no le gana nadie. “Esto tiene que seguir para adelante, porque tengo que salir para adelante”. Sin embargo, reconoce que a los 14.441 jerezanos y a las 19.167 jerezanas que no encuentran trabajo en alguna empresa crear la suya propia es más complicado de lo esperado. “El CADE me ayudó para dar los primeros pasos, pero me he visto muy solo. Vas a un banco y nadie te escucha; hay muy pocas ayudas para los autónomos”, cuenta. El mayor chasco se lo llevó cuando pretendió contratar a alguien, dado que el local necesita a alguien que atienda a los clientes cuando él sale a reparar fuera. “Tengo trabajo para una persona o incluso para dos, pero debes pagar los cursos de riesgos laborales, la ley de protección, los seguros sociales de datos para el trabajador y yo no lo sabía, me he informado posteriormente por el asesor”.
"Comencé con mucho miedo, me despertaba a las tres de la mañana y ya no dormía pensando en qué iba a hacer”
Su sueño se ha materializado en lo que han dado de sí unos 5.000 euros reunidos con no poco esfuerzo e invertidos en los 35 metros cuadrados de un local. “Antes lo veía y pensaba que era horroroso, pero lo he arreglado todo solo, claro, y con la ayuda de algunos amigos. Estoy contento y entusiasmado, otra cosa no me queda”, asegura el recién estrenado empresario. Repara electrónica industrial, ordenadores, televisores, vaporetas, pianos, “muchas cosas raras, todo lo que me entra en el local”.
En la fachada ha colocado un cartel de cinco metros y un rótulo luminoso en la cornisa. “Hay que darse a conocer”, dice, y por el momento no le ha ido mal. “No me esperaba esta respuesta de los clientes. Comencé con mucho miedo, me despertaba a las tres de la mañana y ya no dormía pensando en qué iba a hacer”, recuerda Domínguez. En un año el responsable de ‘El Técnico’ hará cuentas para plantearse la continuidad o el cese del negocio, aunque subraya con vehemencia: “Continuaremos para adelante”.
Con 21 años se fue a trabajar con la titulación de técnico electrónico a Argentina, concretamente a una planta de Volkswagen. Allí permaneció diez años hasta que regresó al otro lado de la orilla. Al principio tuvo suerte y fue contratado un año en la compañía italiana FIAT. A partir de ahí todo ha sido una secuencia de idas y venidas al INEM y portazos de empresas. Ahora, asegura tremendamente optimista: "Vuelvo a comenzar como cuando llegué a Argentina y cuando regresé a España; me considero una persona valiente”.
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