Los vecinos de San Telmo tendrán que buscar pisos de alquiler mientras siguen fuera de sus casas

Los servicios sociales municipales aconsejan a los afectados que se instalen en viviendas que costeará el Ayuntamiento.

Los vecinos del bloque 26 de San Telmo Viejo, que están fuera de sus casas por el riesgo de derrumbe que sufre el edificio, tendrán que buscar un piso de alquiler que costeará el Ayuntamiento. Es la solución provisional que, según cuentan los afectados, les han dado desde los servicios sociales municipales. Por el momento se mantendrán en el hotel donde están alojados —cuatro de las siete familias— hasta el viernes.

Este miércoles se ven con el responsable de Urbanismo, el teniente de alcaldesa Francisco Camas, que los recibirá cuatro días después de haber abandonado sus viviendas. Desde la delegación, que ya inspeccionó el edificio el pasado verano, aseguran que es necesario apuntalar algunas partes del bloque, lo que conlleva un coste de unos 1.800 euros y otros 200 euros mensuales por el alquiler del material, que deben costear los vecinos al tratarse de una propiedad privada. Luego, claro, tendrá que realizarse la obra que acabe con el problema, ya que ésta sería una solución provisional. “Estamos en paro y pagando hipoteca, ya me dirás cómo lo hacemos”, se queja Charo Campillo, una de las residentes del número 26.

La comunidad, tras la inspección realizada en verano, ya inició los trámites para solicitar una subvención de la Junta de Andalucía que les ayudara a arreglar las deficiencias del bloque, que supuestamente cubriría el 35% del coste de la obra, aunque la ayuda no está previsto que llegue pronto, precisamente. El Ayuntamiento puede optar por la opción de costear la obra en un primer momento sabiendo con seguridad que percibirá al menos la parte que subvencione la Junta.

“Esto lo ves venir y lo esperas, pero fue todo en cuatro horas, te pones a pensar y tu cabeza no da para más… No sé si es peor que te desahucien o verte así”, señala Charo, que lleva desde el domingo en un hotel junto a otras tres familias de su bloque. “Pude coger una caja de cartón y metí cuatro prendas, unos pares de zapatos, calcetines, mi medicina…”, señala esta vecina. En el edificio, mientras tanto, agentes de la Policía Local hacen turnos para preservar la seguridad del bloque.

Urbanismo mantiene por el momento el desalojo preventivo del bloque por las “patologías que se detectaron en la base de tres pilares en la zona derecha de la planta baja de la edificación”, que se pueden ver a simple vista en la parte trasera del edificio. Los residentes del número 27, que este lunes vieron cómo inspeccionaban también su bloque, sí pueden dormir en sus casas porque, por el momento, no hay riesgo de derrumbe.

“No duermo bien”, decía a lavozdelsur.es una de las vecinas del 27, Eva, que asegura que en el bloque están “asustados” por cómo pueden afectar las grietas a la estructura del edificio. Mientras, los vecinos del número 26 tendrán que buscar viviendas en alquiler para residir mientras se aclara su situación. “Intentaremos estar todos juntos”, señalan. “Entre nosotros nos ayudamos mucho, hay una muchacha que tiene tres niños y si se tiene que ir me quedo con la pequeña”, cuenta Charo, que espera volver cuanto antes a su casa.

Archivado en: