“Tengo ganas de verte por aquí. Gracias por las cosas que me traes, me han gustado mucho”.
La directora del centro, Lorena Campos, explica que se han hecho alrededor de 170 test. "No hay fórmula mágica, pero es importante intensificar las medidas de prevención". No hay recetas mágicas mientras en otros centros del país se producen muchos fallecimientos entre estas personas de riesgo, pero la suerte, por el momento, está de su lado. "Es una población de riesgo, tenemos que estar alerta, no sabemos por dónde podría entrar. Hemos formado a los trabajadores para que tengan buenos hábitos en sus domicilios, que eso es un factor de riesgo, con medidas para prevenir, y el factor suerte".“Estoy muy bien, me distraigo pintando, te quiero, hija”.
Para hacer frente a esta pandemia, se tomaron decisiones, aunque nadie tiene una bola mágica. Lo vieron venir cuando "estaba pasando en Italia, a partir de ese momento empezamos a pensar y ponernos en marcha sobre qué ibamos a hacer. Desde ese momento, a principios de marzo, finales de febrero, empezamos a comprar material, EPI, y ya se han hecho tres desinfeciones a cargo de la UME, aparte de las que contratamos a servicios privados. La empresa no solo ha seguido los protocolos, sino otros internos más estrictos y previsores". Sanitarias y dos residentes, durante la pandemia. FOTO: CEDIDA DOMUSVI“No os preocupéis, estoy de bien para arriba, os quiero”.
En el centro viven un centenar de personas, no solo abuelos, sino también algunas con problemas mentales. "En el día a día, les damos a todos materiales para dibujos, crucigramas, lectura, periódicos, según lo que les guste a cada uno, para que hagan vida independiente dentro de las habitaciones. Hacemos salidas al patio controladas, para que puedan mantener la distancia de seguridad y cambien la rutina, con actividades en Semana Santa, vídeos realizados...". Por las mañanas ponen "música en un altavoz y mensajes de buenos días, para que empiecen el día con ánimo. Hacemos videollamadas por whatsapp para que los familiares estén al tanto".“Espero que estéis bien. Cuidaos mucho, no coged frio, ¡abrigaos mucho! ¡que esto pase pronto! No os preocupéis, que estamos muy cuidados. ¡tengo ganas de veros!”.
La medida más importante fue restringir el acceso a familiares, pero "ellos son conscientes de que tiene que ser así. Tenemos que agradecer la confianza, los mensajes de ánimo que nos hacen llegar a nosotros, mantenemos una comunicación y están informados para que vean que estamos trabajando por el bien de las personas que están aquí, sus padres, sus tíos... Vamos en una misma dirección. Aún nos queda recorrido, mucho por hacer". Por ahora mantienen el contador a cero, pero "siempre lo digo en la residencia, a los trabajadores: podemos ganar una batalla, pero aún no la guerra. Tenemos que seguir intensificando el trabajo. Esto no ha terminado", remacha Campos.
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