Profesionales del Centro Regional de Transfusión Sanguínea repiten concentración en el Hospital de Jerez para denunciar sus precarias condiciones de trabajo y cómo afectan al usuario.
Los profesionales de medicina y enfermería del Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Jerez (CRTS), dada la "pasividad" de la administración ante sus demandas, han vuelto a realizar una concentración en la puerta del Hospital de Jerez, apoyada por todos los sindicatos con representación en el hospital, hermandades de donantes y asociaciones de vecinos. Hay que señalar que el CRTS es el encargado de atender a todos los donantes de la provincia y asegurar un suministro de sangre para los hospitales.
La concentración de protesta se basaba en tres puntos principales: por un contrato digno, por unas mejores condiciones laborales y por unas mejores infraestructuras en beneficio del donante. Tanto médicos como personal de enfermería están contratados al 50 por ciento desde la apertura del centro el 1 de junio del 1989, llevando algunos décadas siendo interinos con una reducción de jornada del 50 por ciento. Esto contradice, según ellos, lo dicho por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que aseguró que este tipo de contratos se acabaría en la sanidad andaluza, máxime si tenemos en cuenta que estos trabajadores son los únicos que padecen esta precariedad, pues los demás profesionales del resto de centros de transfusión de Andalucía, están contratados al 100 por cien.
Igualmente hacen constar que últimamente algunos compañeros médicos han sufrido inspecciones por compatibilizar este trabajo con otros con los que completar su salario, siendo sancionados con cuantiosas multas y suspensiones de empleo y sueldo que en algunos casos ha sido de dos años. Medidas que consideran "desproporcionadas" pues se basan en que cobran el complemento específico de exclusividad, cosa que si bien es cierta, se les olvida decir que solo cobran la mitad del complemento. "¿Somos medio exclusivos o qué?".
Las condiciones laborales es otro punto de reivindicación, ya que realizan su trabajo por toda la provincia utilizando "vehículos obsoletos, algunos con más de 20 años" y materiales propios de su labor que necesitan ser renovados. Dada la antigüedad de los vehículos, además del peligro que suponen, estos "sufren averías frecuentemente que obligan a suspender las donaciones en localidades donde previamente se habían citado donantes", esto sumado a que el personal desplazado para las colectas es "insuficiente" para la demanda, lo que provoca que la atención que se le da al donante "no sea la adecuada, induciendo retrasos y esperas innecesarias". "Estos dos hechos ponen en compromiso el autoabastecimiento de sangre para nuestros hospitales, que frecuentemente hay que complementar con sangre de otras provincias".
Refieren estos profesionales que ya son varios los actos reivindicativos que han realizado sin que la administración dé muestras de una resolución inmediata del problema y ya que los técnicos y cargos directivos no parecen ser capaces de resolverlo en un plazo prudente, esperan que sea una decisión política la que acabe con este conflicto.
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