Los hombres de Álvaro Cervera vuelven a demostrar en La Romareda que su posición no es fruto de la casualidad y, a pesar de los contratiempos, continúan la racha de una plantilla que siempre quiere más.
Se van acabando los calificativos para un Cádiz que ha puesto la directa hacia las posiciones de ascenso a Primera División. En un campo tan difícil como La Romareda, los hombres de Cervera aprovecharon las facilidades dadas por el Real Zaragoza, que vio cómo hasta dos jugadores se autoexpulsaban de un partido que ya comenzó de forma accidentada con una fea patada de Papunashvili sobre la espinilla de José Mari. De hecho, el centrocampista roteño tuvo que ser sustituido a la media hora y en las redes sociales aseguró estar "jodido porque una entrada así quede sin castigo".
En plena racha victoriosa, son varios los argumentos que domina la plantilla amarilla y que sirven como respuesta ante el buen momento por el que atraviesa el equipo. Quizás, el más oculto de todos sea la polivalencia que demuestran algunos de los jugadores cadistas. Servando, sin ir más lejos, acumula ya cuatro partidos consecutivos actuando en el lateral derecho...y apenas se nota. Y es que hay que insistirle mucho al caparazón defensivo que ha logrado cimentar el Cádiz para atravesarlo, en parte también por la inconmensurable labor de Garrido y la solvencia de la pareja de centrales.
Además, en el feudo maño acabó el partido un centro del campo completamente distinto al que comenzó. A la ya sabida sustitución de José Mari se unió la de Jon Ander Garrido a falta de diez minutos para terminar el partido. El vasco no se lo creía, pero Cervera retiraba uno de los pilares de la plantilla para dar entrada a Dani Romera. Abdullah ya había entrado por el mediocentro roteño y el delantero almeriense era la última incorporación que el técnico cadista podía hacer. En esta tesitura, Álex Fernández se posicionó en la medular, formando con el de Comores un doble pivote inédito en el encuentro.
Por otra parte, la entrada de Romera en el terreno de juego se unió a la de Carrillo antes. Barral había sido titular. En Zaragoza jugaron, por tanto, los tres delanteros centro que el Cádiz tiene en nómina, aunque el más enrachado parece el ex del Barcelona B que, contando el partido de Copa del Rey, suma ya cuatro tantos en las tres últimas citas y su falta de gol de comienzos de temporada parece ya cosa del pasado.
La permanencia parece completamente atada a falta de 22 partidos para terminar la temporada. Con los 32 puntos actuales, los amarillos están tan solo a seis victorias (18 puntos más) para asegurar un año más su presencia en el fútbol profesional, aunque a día de hoy ese objetivo parece que se le queda pequeño a una plantilla que ha hecho historia con el submarino amarillo, logrando igualar el récord de partidos ganados de forma consecutiva sin recibir un solo gol. La semana que viene, en caso de conseguir la victoria ante el Barcelona B y no encajar, se convertirá en el único equipo de la historia de la categoría de plata que triunfa en siete partidos dejando su portería a cero.
Comentarios