Comerciantes de Larga muestran su disconformidad con las obras de reposición del adoquinado: "Desde Semana Santa se ha cerrado tres veces, ¿cómo se puede cerrar una calle tres veces en menos de dos meses?"
Cumplido un tercio del plazo previsto para la terminación de las obras de reposición del adoquinado de la calle Larga, los comerciantes están que trinan. Cierto es que al firme de esta vía le hacía falta un buen arreglo, pero el hecho de que se esté llevando a cabo en puertas del periodo estival trastoca las cuentas de los negocios de la zona, que con la mayor afluencia de turistas de esta época mejoraban sus ingresos. "Se podría haber arreglado una parte de la calzada y luego la otra", propone Adrián Pérez, propietario de un estanco en Larga. "La calle estaba mal y la tenían que cambiar, pero es lo que dice la gente: ¿Cuántas veces lo van a cambiar? Cada año hay una obra", comenta resignado.
Como es lógico, las obras han repercutido en las ventas. "Un 30% más o menos". A lo que hay que sumar "la crisis y la gente que vende tabaco de contrabando". Adrián critica que se esté arreglando "porque sale de aquí la Vuelta Ciclista a España", un evento que costará a las arcas del Ayuntamiento unos 150.000 euros. Las obras deben estar terminadas a principios de agosto, "pero como hay cinco o seis hombres nada más lo mismo se retrasa", añade Adrián, que compara el centro de Jerez con el de otras ciudades como Sevilla, Barcelona o Salamanca, "que tienen mucha más vida".
Otro establecimiento emblemático de esta calle, La Moderna, también está viendo mermadas sus ventas. "La obra es más larga que la de monseñor Escrivá de Balaguer. Con suerte cruzamos los dedos para ver si está para la cabalgata de los Reyes Magos", comenta Alfonso Pacheco son sorna. El difícil acceso al bar hace que ahora sirva la mitad de desayunos que hace un mes. "Ten en cuenta que para llegar a La Moderna hay que entrar o por el Zara o por Cristina", explica. "Aquí no llega nadie. Afecta muchísimo". Mientras cuenta esto pide a un cliente que enseñe una foto de hace unos días con el bar vacío. "Mira, del día 4 a las diez de la mañana. Esto no lo he visto yo nunca", cuenta.
Alfonso asegura estar "harto" de la obra. "Terminarán en agosto, eso contando con que haya suerte y no lo levanten dos o tres veces más porque hayan puesto el alcantarillado al revés. En agosto va a estar porque tiene que esta por fuerza, pero la cuestión es que lo van a abrir en septiembre". También critica que "la calle Larga desde Semana Santa se ha cerrado tres veces, ¿cómo se puede cerrar una calle tres veces en menos de dos meses? ¿Por qué no la cierran una vez y lo hacen todo de una vez", se pregunta. "Creo que hablo desde la experiencia, porque llevo 52 años en La Moderna, porque nací aquí, he visto abrir la calle Larga por lo menos ocho o diez veces y sé cómo se ahuma el pescado en nuestro pueblo", explica. Si ya de por sí el centro no está tan concurrido como hace unos años, ahora menos: "En el centro nada más que hay ambiente a la una o una y cuarto, que es cuando dan la comida en El Salvador". Aunque por lo menos se lo toma con humor. El proyecto, con un presupuesto de 75.749 euros, prevé el levantamiento del pavimento de adoquín y su limpieza, así como el levantamiento de las rejillas sumideros y las tapas de pozos de registro. La actuación corre a cargo de la empresa estatal Tragsa.
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