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Pedro Pacheco, el hombre que rigió los destinos de Jerez durante 24 años, ya pasa sus primeras horas en la prisión de Puerto III, donde cumplirá una pena de cinco años y medio tras ser declarado culpable de los delitos de falsedad documental, prevaricación y malversación. Lejos quedan ya esos tiempos en los que era, poco menos, que el rey del mambo. Se puede decir que todo pasaba por él y a él acudían muchos a pedirles favores. Y es que, ¿quién no ha oído nunca ese dicho de "quién no le ha pedido un favor a Pacheco, está a punto de pedírselo"?

Ese hombre, el todopoderoso, el que se permitía el lujo de acudir todos los años a Nueva York para correr su maratón, el que cerraba acuerdos de todo tipo en una bodeguita que él mismo mandó construir en la planta baja del Ayuntamiento, el impulsor del Circuito de Jerez, el que le dio la actual proyección a la mundialmente conocida Feria del Caballo, el que en definitiva puso a Jerez en el mapa, tan alabado por unos como criticado por otros, ya pasó a mejor vida política. Ahora, a sus 65 años, comienza una nueva etapa, totalmente diferente, y dura, muy dura. Esto es lo que se encuentra, y lo que se encontrará, el exalcalde de Jerez en Puerto III.

Ingresado en un módulo de respeto

Cuando un nuevo recluso ingresa en prisión es valorado física y psicológicamente por un médico, así como por un equipo técnico, formado por un psicólogo, un trabajador social y un educador, que determinan y valoran en qué módulo debe ingresar. Esta valoración se realiza en el llamado módulo de ingreso.

Por el perfil de Pacheco, un personaje público para nada conflictivo, habrá sido designado al llamado módulo de respeto. En este módulo se encuentran aquellos reclusos menos nocivos y reincidentes, aquellos que están a punto de acceder al tercer grado penitenciario o a la libertad condicional. Es decir, hablamos de un módulo light, donde la peligrosidad de sus miembros se podría decir que es bastante baja.

Una de las preguntas que se habrán hecho muchos es cómo habrá sido recibido en prisión por sus nuevos compañeros. Fuentes penitenciarias a las que ha tenido acceso a este medio señalan que entre los internos hay una especie de código deontológico que dice que ningún nuevo miembro es recibido de ninguna manera especialmente agresiva, a menos que sea conocido por ser conflictivo o que haya sido condenado por temas de violación o pederastia, personajes contra los cuáles sí hay una gran aversión.

Al contrario, no habría sido raro que Pacheco haya sido bien recibido, debido a su carácter de personaje público. Además, en Puerto III hay un buen número de internos de Jerez, lo que habrá hecho que incluso el recibimiento haya podido ser caluroso. Lo que se desconoce de momento es si el exalcalde estará acompañado o no en su celda. Las fuentes consultadas por este medio señalan que, cuando un interno ingresa en prisión por primera vez, debido al fuerte impacto que produce este hecho en la persona, lo normal es que se le suela acompañar los primeros días con otro interno o sea vigilado por un ordenanza de ingreso.

Lo que sí se sabe es cómo es la celda donde vivirá Pacheco estos años. Tanto la suya como la del resto de internos es la misma. Tiene tres metros de ancho por cuatro de largo y cuenta con una litera, una ducha, un lavabo de acero inoxidable y una televisión, así como una estantería de pladur para que deposite sus pertenencias. Los reclusos no cuentan ni con teléfono móvil ni con conexión a Internet.

En cuanto a los horarios que deberá cumplir el exalcalde, son los siguientes. A las 8 de la mañana se realiza el recuento. Media hora más tarde se baja a desayunar y a las 9 comienzan las actividades, desde salir al polideportivo, a la escuela, realizar talleres o cursos, así hasta la 1, que es la comida. A las 2, vuelta a la celda, menos si tuviera que limpiar el comedor. Luego a las 4 y media la apertura de celdas otra vez para volver a realizar actividades, hasta las siete de la tarde, cuando se cena. A las 8 es el regreso a la celda, hasta el día siguiente, a menos que, como al mediodía, tuviera que realizar tareas de limpieza.

Hay que señalar que los sábados y los domingos no hay ni cursos, ni talleres, ni clases en la escuela, pero sí actividades con miembros de ong's que acuden al penal. Los domingos se celebra una eucaristía a las 11, que se realiza en el llamado módulo sociocultural, donde a la postre se llevan a cabo buena parte de las actividades que tienen relación con la cultura y la educación.

Normas y actividades

En el módulo de respeto hay unas normas de cumplimiento, evaluándose el comportamiento del interno. Si es positivo, se mantiene en este módulo y si es negativo, se le traslada a otro. Por el perfil de Pacheco se entiende que no tendrá ningún tipo de problema para su adaptación a este módulo.

Por otro lado, en el módulo cada uno tiene un cometido, todos tienen que desarrollar alguna función, rotándose los trabajos de limpieza, en la biblioteca o dónde sea. Por el perfil del exalcalde, no sería de extrañar que se le asignara las funciones de auxiliar de biblioteca, por lo que pasaría gran tiempo en el módulo sociocultural, en donde programaría qué libros designar a cada uno de los restantes módulos de la prisión.

No sería de extrañar tampoco que, debido a su condición de letrado, Pacheco asesore legalmente a aquellos reclusos que se lo pidan, como hace actualmente el expresidente del Sevilla, José María del Nido, en la prisión de Huelva. Para ello dispondría de la sala de lectura, que se encuentra a la espalda de la pista de fútbol que se encuentra en el patio.

En cuanto a las visitas, como todos los internos, y según establece el reglamento penitenciario, el exalcalde tiene derecho a una visita íntima al mes de una hora y media, el popularmente conocido vis a vis. Igualmente tiene derecho a una comunicación familiar de una hora y media con cuatro miembros de su familia como máximo; otra de convivencia al trimestre, que es similar a esta pero en la que se permite mayor tiempo con hijos menores de edad, que no es su caso; y por último, dos comunicaciones al mes en el locutorio, es decir, a través de una cristalera.

De otro lado, Pacheco podrá recibir y mandar correspondencia sin restricciones siempre y cuando no le haya sido restringida mediante una orden judicial. En definitiva, y a grandes rasgos, esta serán las comodidades y modo de vida de Pedro Pacheco a partir de ahora. Una vida muy diferente y que seguro no se imaginaba hace sólo unos meses

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Jorge Miró

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