La formación cambiará durante el Festival de Jerez la sala La Compañía por el palacio Garvey, que presenta un lamentable estado de abandono. Además, el director asegura que el gobierno local sigue sin dar respuesta a los problemas laborales de la centenaria formación.
Una de las instituciones con más solera de Jerez sigue siendo maltratada por el Ayuntamiento. El director de la Banda Municipal, Juan Manuel Salguero, ha emitido un comunicado en el que denuncia que la "deuda histórica" del Ayuntamiento con respecto a su local de ensayo sigue sin tener solución. Si bien es la Sala Compañía la que normalmente acoge sus ensayos, la celebración del Festival de Jerez les obligará a cambiar de ubicación. El sitio que les ha otorgado Cultura es el Palacio Garvey —anunciado meses atrás como futura Casa de la Música de Jerez—. Sin embargo, el mismo presenta un estado, más que lamentable, aterrador, con una malla colocada en el techo tras un desprendimiento el pasado verano; una reja en la escalera que impide subir a la planta alta; puertas desmontadas; y una alfombra de hojas secas en el patio exterior. "Las jaulas del Zoológico están en mejores condiciones que estas dependencias", lamenta Salguero.
Sin embargo, este problema es solo uno de los muchos que siguen acuciando a la formación musical. De un lado, Salguero anuncia su renuncia a seguir prestando la labor de archivero que desempeña desde octubre de 2016. Durante este tiempo, indica, ha realizado el trabajo de "limpieza, clasificación, catalogación digital, restauración y copia de partituras, preparación de repertorio, transporte de carpetas y reparto". Todo ello "sin retribución económica alguna y sin ser nombrado en el puesto". Salguero recuerda igualmente que, además de archivero, desempeña las funciones de dirección musical, planificación, organización y gestión de la banda "las cuales siguen también sin nombramiento". Y a pesar de todo esto, afirma que sigue en la misma categoría de músico saxofonista, con un contrato de cuatro horas y media semanales. "En ningún momento he recibido un aumento de salario por desempeñar el resto de funciones".
Esta renuncia, explica, afectará a la banda "en el plano interpretativo, aunque no en su funcionamiento". Así, señala que cada músico tiene en su poder una carpeta con un reducido repertorio de pasodobles y marchas procesionales, que serán las que se interpreten en los conciertos hasta que no se nombre a un nuevo archivero. "El Ayuntamiento sabía de mi decisión hace dos semanas y en ningún momento se ha puesto en contacto conmigo para buscar una solución", afirma en su comunicado.
Además, el director de la formación señala que, dos años después de las sentencias judiciales que les reconocía como personal laboral del Ayuntamiento, siguen sin ser incluidos en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), "motivo prioritario por el que no se pueden cubrir plazas vacantes en la plantilla de la banda" —conformada actualmente por solo 22 miembros—. Por ello, los músicos irán a juicio contra el Consistorio a mediados de abril para pelear su inclusión en la RPT.
Por último, Salguero explica que los músicos siguen sin uniformes nuevos y sin material tan básico como atriles, sillas y repuestos de instrumentos, así como tampoco cuentan con presupuesto para la compra de nuevas obras musicales, ya que para ser interpretadas hay que pagar un canon por derechos de autor. "En este tiempo que llevo a cargo de la banda he presentado tres presupuestos por un importe inferior a 3.000 euros y a ninguno se le ha dado validez", lamenta. Aun todos estos problemas, el director señala que la banda continuará con sus tradicionales conciertos en la Alameda del Banco y con las actuaciones programadas en los diferentes actos de la Cuaresma jerezana.
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