La Junta ha comunicado que ha tomado varias decisiones respecto a la empresa a la que considera culpable de la llamada 'crisis de las moscas' que azotó Jerez el pasado mes de julio.
Entonces, la ciudad se inundó de insectos voladores porque, según las administraciones, una empresa cárnica no había realizado correctamente la eliminación de residuos en mal estado. La nave no cumplía con obligaciones sanitarias, si bien desde la propia administración se subrayó que el destino de la carne no era el consumo por parte de personas.
En la nave encontraron larvas y productos putrefactos, lo que llevó al técnico de Sanidad de la Junta que había inspeccionado la nave a emitir informe negativo y recomendar actuaciones.
La Junta ahora ha tomado una decisión. Durante seis meses, se prohíbe la actividad a la empresa en la nave; y además, se le exige la subsanación de deficiencias en el menor tiempo posible comunicar a las administraciones los arreglos realizados.
Pero esto son actuaciones destinadas a la mejora de la situación en el corto plazo. Porque estas exigencias son independientes de una posible sanción posterior.
Es decir, por vía administrativa, la Junta aún se guarda la potestad de imponer multas relacionadas con los perjuicios ocasionados en el entorno de la nave (la presencia de insectos en la ciudad) y por incumplir las normas en materia de salubridad. Este procedimiento aún no se ha iniciado y es difícil prever qué cuantías conllevará, siempre que prospere la sanción.


