José Castaño, verdades y mentiras: "Hay mediocres para los que la cofradía es su tabla de salvación"

Publica nuevo libro en el que entra en las hermandades sin cortarse en hablar de embustes y certezas: "La política en lo cofrade tiene un coste", dice, y lamenta que "nos confundan con esa otra gente" que ha sacado provecho del interés político

Pepe Castaño con su último libro.
Pepe Castaño con su último libro. MANU GARCÍA

José Castaño Rubiales lleva publicados 27 libros, muchos dedicados al mundo de las cofradías que tanto conoce. Esta producción tan prolífica es su forma de aportar fondos a la Asociación Rafael Bellido Caro, dedicada a la ayuda y asistencia a entidades dedicadas a la caridad. “Si no fuera por esto habría publicado uno o dos”, confiesa Castaño.    

Las ventas tienen ese fin y ahora ha visto la luz su último trabajo, que lleva por título ‘Verdades y mentiras cofrades’ un sugestivo encabezamiento que vuelve a llamar la atención. Pepe Castaño no se muerde la lengua y no se corta con la pluma. Con este libro vuelve a su temática preferida y la que más conoce, la que ha formado parte de su vida. “Hay publicaciones extraordinarias hechas por investigadores acreditados, hechas a través de la investigación. No como yo, que me baso en mi vida en nuestras hermandades. Una cosa es ver los toros desde la barrera y otra en el ruedo”.

Ojeando su más reciente publicación, 'Verdades y mentiras cofrades'.
Ojeando su más reciente publicación, 'Verdades y mentiras cofrades'.     MANU GARCÍA

Usa ese cúmulo de experiencias para contar verdades y desgranar mentiras que forman parte del pasado que se han trasladado al presente como certezas asimiladas por todos, “son las inquietudes que tengo de siempre como un cofrade muy singular, porque si me dicen que soy un cofrade extraño, lo entiendo. Me decían mis hermanos de Jesús, cuando era hermano mayor, que yo no era cofrade”.

Y cuenta que le consideraban extraño porque “estaba más pendiente de lo humano que de lo divino. Me interesaba mucho más cómo estaba mi hermano que como estaba eso que yo sabía que estaba ahí como la música, las flores, el patrimonio…ojo que todo esto me encanta como cofrade”.

Entrar en las ‘verdades y mentiras’ será tan largo como la historia misma de las hermandades. Echamos el ancla en el interés de los políticos y la política: “Porque nos están ayudando. Si soy honesto conmigo mismo, eso tiene un sentido de coste en votos localizados magníficamente en las cofradías. Conclusión, de aquellos barros, estos lodos”. Castaño confiesa que “la gente no quiere que lo diga, me dicen que no tengo arreglo”. Sin embargo, asume como cierto que “tengo arreglo” en base a que “las personas que trabajamos por dentro de la cofradía seriamente nos confunden con esa otra gente” que han sacado provecho de ese interés político.

Ante el monumento a las cofradías, que promovió el Ayuntamiento.
Ante el monumento a las cofradías, que promovió el Ayuntamiento.    MANU GARCÍA

Le gusta rascar sobre lo superficial cuando habla de cofradías o de Jerez, pero insiste que “me gusta decir una verdad que nace de la experiencia. Me gusta hablar de las cosas con vehemencia, cosas por las que debemos velar todos los cofrades para que nuestras cofradías tengan un futuro realmente devocional”. Con pesimismo subraya que “por el camino que vamos, veo a los cofrades como figurantes de un cortejo que interesa a mucha ‘gente’ sacarlo a la calle, pero eso no tiene que ver con mi devoción y con mi fe”.

La “mentira más gorda” la refiere a la creación de la Unión de Hermandades, “nadie sabe cómo nace”. Su definitiva puesta en marcha, a su juicio, “tuvo un sentido sociológico más que cofrade. Estamos hablando de la posguerra española. Había muchos intereses en relación con el gobierno que había en aquel momento, que le interesaba que cierta gente estuvieran al frente de las cofradías o que se refundaran o que se crearan nuevas” y abunda diciendo que “el sentido primigenio de esa idea era acabar con la hegemonía de dos cofradías populares por cuestión política y religiosa”, manifiesta con una velada referencia al conflicto que tuvo El Nazareno cuando nació la Unión de Hermandades, Fue un periodo duro en la que se estigmatizó a esta cofradía, la única con mujeres vestidas de nazarenas y con unas tradiciones enfrentadas a los cánones sociales y estéticos que se impusieron.

"Tras cinco siglos de cofradías, Juan Pablo II dice que la piedad popular tenía importancia (...) ¿Qué ha pasado antes, dónde estábamos nosotros?"

Para la Iglesia, José Castaño también tiene y reflexiona sobre la causa por la que “después de cinco siglos de cofradías venga Juan Pablo II a decirle a la Iglesia en el mundo que la piedad popular tenía importancia, eso es muy doloroso; que hasta el año pasado los obispos del sur lo han dicho también ¿Qué ha pasado antes, dónde estábamos nosotros? No hemos tenido a alguien que nos condujera en lo espiritual. Eso es muy duro decirlo, pero la verdad te hará libre. Y eso no es meter el dedo en el ojo, es la defensa real de nuestras cofradías”.

Es consciente que habrá gente que se enfade “porque se den por aludido, pero yo no digo que usted ha sido. Yo expreso muy bien lo que estoy diciendo y cada uno que aguante”, en clara alusión al aprovechamiento personales de los cargos. “Tengo amigos a los que les pido perdón y no dudo en decirles que me he equivocado, he metido la pata. No obstante, no me corto en dirigirme al que no es creyente, pero le gusta la Semana Santa y está cinco horas en la calle de nazareno: no sé qué pinta ahí”.

Pepe Castaño posando para esta información.
Pepe Castaño posando para esta información.    MANU GARCÍA

Más verdades en su análisis ahora entrando en la pujanza mediática de lo cofrade: “Antes la cofradía tenían su periodo de tiempo. Hoy la cofradía, a través de los medios informativos, tienen actividad todo el año”, lo que implica que el cofrade “está en el candelero todo el año y hay gente muy mediocre para la que la hermandad es su tabla de salvación, es su vida y eso es una barbaridad”. Le lleva a razonar sobre el futuro y la juventud inserta en este movimiento, jóvenes que “cada día están más alejados. El deporte de equipos juveniles, excursiones, limpiar plata y cargar los pasos está por delante, pero no les hables de Iglesia que no saben nada”.

“Lo cofrade tiene un sentido que se va perdiendo cada día porque entran los cambios de la sociedad. Las cofradías son tan importantes, tienen tanta riqueza que creo que las estamos dilapidando porque se han quedado ahí inmovilizadas en esas historias”, concluye José Castaño Rubiales, que a sus 82 años de edad mantiene frescas sus ideas y conceptos en cuanto a lo que es la militancia cofrade. Y no duda ponerlas en papel “le duela a quien le duela”.

Sobre el autor:

KIKO ABUIN 1

Kiko Abuín

Periodista.

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Comentarios (1)

Francisco Hace 2 meses
Muy bien Pepe, siempre diciendo la verdad cofrade, aunque duela. Gracias
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