La jerezana que dedica su carrera a entender y frenar el cáncer: "La supervivencia aumenta"

De la investigación genética al desarrollo de nuevas terapias, Paloma Martín-Bejarano explica cómo la prevención y los avances científicos están cambiando el pronóstico de la enfermedad

La investigadora Paloma Martín-Bejarano tras la entrevista con lavozdelsur.es
26 de octubre de 2025 a las 08:00h

Paloma Martín-Bejarano dedica su vida a la investigación del cáncer, desde una pasión que combina vocación y rigor científico. Natural de Jerez, su trayectoria comenzó con tumores sólidos, centrada en cáncer de mama y ovario hereditario, y hoy se encuentra inmersa en el estudio de los tumores hematopoyéticos, especialmente la leucemia, en el Instituto de Biomedicina de Sevilla, vinculado al Hospital Virgen del Rocío.

Estudió Bioquímica en la Universidad de Sevilla y completó un año en Dublín para perfeccionar su inglés antes de cursar el máster en Biología y Clínica del Cáncer en la Universidad de Salamanca, un programa con un fuerte componente práctico que la llevó a incorporarse al laboratorio del doctor Rogelio González Sarmiento. Allí desarrolló su tesis doctoral, defendida en enero de este año, centrada en el desarrollo de ensayos funcionales para clasificar variantes de significado incierto en cáncer de mama y de ovario hereditario.

La investigadora jerezana.  MANU GARCÍA

"Estos estudios permiten que las variantes genéticas que aún no están clasificadas puedan interpretarse mejor, contribuyendo así a una prevención más eficaz y a tratamientos más personalizados para las personas que acuden a consejo genético", explica. Actualmente trabaja en el Instituto de Biomedicina de Sevilla, en el grupo de Terapia Celular y Nuevas Dianas Terapéuticas en Onco-Hematología, dirigido por el doctor José Antonio Pérez Simón, donde su proyecto se centra en el desarrollo de nuevos fármacos frente a la leucemia mieloide aguda. 

"He hecho mi tesis doctoral centrada en tumores sólidos, principalmente en cáncer de mama y ovario hereditario y ahora que he empezado mi etapa postdoctoral el grupo donde al final he ido a parar, pues está centrado en los tumores hematopoyéticos y sobre todo me centro en la leucemia", explica. Su trabajo combina laboratorio y ensayos clínicos, incluyendo la innovadora terapia CAR-T, que ofrece esperanza a pacientes que antes tenían pocas opciones.

Martín-Bejarano reconoce los retos de la investigación en Andalucía: "Es cierto que con lo poco que en muchas ocasiones se tiene, tanto en España como en Andalucía, se tienen bastantes investigaciones. Hay mucha fuga de talento, gente que se va fuera de Andalucía, fuera de España para realizar su etapa postdoctoral". Aun así, celebra los logros que se alcanzan con recursos modestos y la calidad del trabajo de los científicos locales.

Paloma en la plaza de las Angustias.  MANU GARCÍA

Su vocación nació de manera personal y directa: "Realmente desde siempre he querido ser profesora. Después fui descubriendo la biología, pero todo cambió en Segundo de Bachillerato porque una amiga tuvo un linfoma y eso fue algo que me impactó mucho cuando yo tenía 18 años. Por suerte mi amiga está perfectamente hoy en día". Esa motivación la llevó al mundo de la medicina y tras terminar la carrera acabó en Salamanca, donde realizó un máster de investigación en cáncer y desarrolló su tesis sobre variantes genéticas de significado incierto, que permiten determinar la probabilidad de desarrollar cáncer y orientar tratamientos dirigidos.

Paloma Martín-Bejarano subraya la importancia de la prevención en la lucha contra el cáncer, especialmente en el caso del cáncer de mama: "Este cáncer tiene una gran incidencia pero una alta supervivencia porque cada vez se hacen más programas de prevención". Sin embargo, advierte sobre la necesidad de optimizar los recursos sanitarios: "Quizá no tiene sentido hacerle pruebas a todo el mundo, sino que hay que centrarse cumpliendo una serie de criterios porque también es necesario optimizar los recursos que se tienen. Hay que ir optimizándolo enfocando a la gente que de verdad está demostrado científicamente que tienen un mayor riesgo a desarrollar tumores".

Sobre los avances en oncología, Paloma señala que la mejora es constante: "Hay tumores hematopoyéticos que hace 5 o 10 años no tenían opciones prácticamente. A día de hoy, con diferentes fármacos, incluso con el desarrollo de la terapia CAR-T, tienen una proyección de vida mucho mayor, y además una calidad de vida que también es importante". La combinación de investigación básica y aplicada abre la puerta a tratamientos más eficaces y a la esperanza de vida que antes parecía imposible.

Durante la entrevista.  MANU GARCÍA

Aunque la lucha contra el cáncer pueda parecer lenta, Paloma Martín-Bejarano subraya que cada avance, por pequeño que sea, suma: "Es algo que cada uno va aportando su grano de arena, que no es una cosa que en un laboratorio se vaya a arreglar en un año, pero sí que creo que ha habido muchos avances. Mucha gente me dice que cada vez hay más cáncer, porque yo no paro de escuchar que mi vecina, que mi hermana, que no sé quién lo tiene". Sin embargo, explica que el aumento de los diagnósticos se debe, en parte, a la mejora en las pruebas: "El número de casos que se dan es mayor porque también hay mejores pruebas".

"Antes la gente se moría de una enfermedad a la que no ponían nombre"

La investigadora sostiene que "hace a lo mejor 30 años la gente se moría de una enfermedad pero no le ponían el nombre. Pero ahora la supervivencia al cáncer, en términos generales, está aumentando".

Su día a día en el laboratorio es exigente y apasionante. Además, colabora con la Facultad de Farmacia y el Instituto de Investigaciones Químicas de Sevilla en el desarrollo de nuevos fármacos: "Ellos lo sintetizan, nos lo mandan y nosotros lo probamos tanto in vitro como en vivo también con el objetivo de tratar a pacientes que son resistentes y que ya no responden a las terapias actuales".

Con 29 años, Paloma Martín-Bejarano representa una generación de científicos que demuestra que la ciencia no tiene género y que la investigación de excelencia se hace posible en España: "En Andalucía y en España se hace investigación y se hace investigación muy buena y hay muy buenos profesionales. La ciencia no tiene género y tanto niñas como niños pueden llegar hasta el punto donde quieran".

Sobre el autor

Francisco J. Jiménez

Ver biografía