La Policía Local de Jerez continúa con su labor de control en el uso de la mascarilla en las circunstancias que son obligatorias. Con alrededor de medio centenar de positivos diarios en la ciudad, aunque muy lejos del ritmo de crecimiento de otras grandes urbes del país, los agentes se han puesto en marcha para tratar de evitar en lo posible el incumplimiento de las medidas de prevención.
Así, como ha señalado el cuerpo municipal en un comunicado, "durante el fin de semana pasado, esta Policía Local ha cumplimentado 61 actas de denuncia por el incumplimiento de usar la mascarilla obligatoria, un aspecto en el que estamos especialmente vigilantes en el día a día". De hecho, el ritmo de denuncias sigue incrementándose, toda vez que en las primeras semanas de julio y agosto fueron muchas menos en situaciones en las que la normativa andaluza, amparada por recomendaciones de Sanidad, fue avanzadilla para imponer su uso.
Asimismo, existe otra realidad que afecta principalmente al Centro de Jerez. Es habitual en los entornos de terrazas de bares y restaurantes que se acerquen personas que señalan pasar necesidades económicas, algo, por desgracia, que no sorprende en una ciudad con altísimas tasas de desempleo. Esto ocurre desde hace tiempo. Piden alguna moneda, venden papeletas u ofrecen algunos elementos como mecheros a cambio de la voluntad.
Pero el uso obligatorio de la mascarilla ha abierto una nueva problemática, toda vez que los clientes que están consumiendo en las terrazas de los establecimientos no tienen que llevar en todo momento la mascarilla, sino que pueden quitársela para comer y beber, como es lógico. Es en esos momentos en los que se producen situaciones detectadas por la Policía Local que contravendrían la legalidad.
En el citado comunicado, la Policía Local explica que "se ha detectado que algunas personas que se acercan a los veladores de las terrazas para pedir una ayuda lo hacen sin mascarilla, creando la natural inquietud en los clientes que en esos momentos están exentos de su uso y desprotegidos".
Por ello, "las unidades de esta Policía han puesto el foco en estos comportamientos de riesgo intentando que desaparezcan", señalan. Ello porque no hay constancia de que se hayan interpuesto denuncias por estas situaciones, lo que, indudablemente, complicaría aún más la situación económica de estas personas. No hay que olvidar, asimismo, que la mascarilla obligatoria supone un coste algo inferior al euro para cada periodo de cuatro horas continuas. Pasado ese tiempo, existe un riesgo de que no funcionen adecuadamente, lo cual puede provocar el contagio tanto de la persona que la porta como de la que mantiene el contacto. En el caso de las mascarillas no desechables, necesitan ser desinfectadas cada cierto tiempo.
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