La jerezana se convierte en la líder del principal partido de la oposición en Cataluña tras lograr casi triplicar los resultados de Ciudadanos respecto a las últimas elecciones.
Llegó hace apenas seis años a Barcelona. Entonces, trabajaba en una consultoría para las administraciones públicas. Ahora, es la líder del principal partido de la oposición en Cataluña. La vida de Inés Arrimadas (Jerez, 1981), ha ido a velocidad de vértigo los últimos años. El punto de inflexión lo tuvo en octubre de 2010. Una amiga la invitó a ir a un mitin de Ciudadanos y decidió acompañarla. C's presentaba su campaña para las elecciones celebradas a finales del mes siguiente. Salió encantada. Albert Rivera la encandiló y poco a poco fue acercándose al partido. Primero en las Juventudes, hasta que a final de 2011 entró en la ejecutiva por petición de Rivera.
Desde 2012 ocupa un escaño en el Parlament catalán. Fue la número 4 de Ciudadanos en los comicios de ese año, cuando obtuvo nueve representantes. Ahora, apenas tres años después, ha encabezado la lista y casi ha triplicado los resultados de entonces. Con 25 escaños, Ciudadanos es la segunda fuerza del Parlament, sólo por detrás de Junts pel Sí, la coalición independentista que se ha quedado a seis escaños de la mayoría.
Con chaqueta negra encima de un vestido naranja –el color corporativo–, Arrimadas compareció este domingo para analizar los resultados. Sin parar de sonreír y entre gritos de “¡presidenta!”, pronunció sus primeras palabras como líder de la oposición catalana. En ese papel, llegó a pedir la dimisión de Artur Mas y la convocatoria de nuevas elecciones –en Cataluña ha habido tres en los últimos cinco años–. No duró mucho su intervención, tuvo más protagonismo Albert Rivera, al que Arrimadas se refirió como “el futuro presidente del Gobierno de España”.
Para ser tan tímida como dice, no lo aparenta en los mítines ni en sus comparecencias públicas. Eso sí, siempre se le dio bien debatir en público. De hecho, por eso la animaron a que se afiliara a Ciudadanos. Se decidió al ver “gente normal y comprometida”. Tiene la doble licenciatura en Derecho y Administración de Empresas, cursada en la universidad Pablo de Olavide de Sevilla, estuvo en Niza de Erasmus y muy pronto comenzó a trabajar en la empresa privada. Tras estar un par de años a caballo entre Jerez y Barcelona, pidió el traslado a Cataluña. Cada vez que iba se enamoraba más de la ciudad y de su gente. Al poco de llegar empezó a dar clases de catalán. Le encanta aprender idiomas, de hecho, habla cuatro: castellano, catalán, inglés y francés. “Soy un poco friki de los idiomas”, asegura Arrimadas en un perfil que firma Jordi Pérez Colomé en El Español.
En Jerez estudió en el colegio privado Nuestra Señora del Pilar. Serafín, que fue compañero de clase de Arrimadas, asegura en el diario Información que hablaba muy bien en público y desvela que la Arqueología es su “carrera frustrada”. Amante de las fiestas locales, sobre todo de la Feria. En Jerez mantiene a gran parte de su familia. Sus padres, oriundos de un pueblo de Salamanca, residen en la ciudad junto a sus cuatro hermanos. Un dato curioso: de los cinco, cuatro han estudiado Derecho, la quinta es aparejadora. Su padre, que ha trabajado como procurador en la ciudad, fue concejal de UCD en la primera legislatura democrática en el Ayuntamiento de Jerez.
La apuesta no ha podido salirle mejor a Albert Rivera. Tras dar un paso al lado en estas elecciones catalanas para presentar su candidatura a la presidencia del Gobierno, Rivera ha encontrado en Arrimadas a la líder que buscaba. Tímida y reservada, pero líder. Eso sí, cada vez menos. Cuentan quienes más la tratan que se está soltando en su relación con la prensa y en los actos públicos. “Inés Arrimadas ha hecho la mejor campaña de la historia de Ciudadanos”, aseguró anoche Rivera durante la valoración de los resultados. “La vieja política ya no sirve”, añadió el líder de C's. La nueva, para él, la representa su partido y una jerezana atípica.
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