El pasado 8 de mayo, Robert Prevost fue elegido como el nuevo Papa tomando el relevo del fallecido Francisco. Bajo el nombre de León XIV, el primer pontífice norteamericano de la historia se ha estrenado hoy tras su elección. Ante cien mil personas que se habían congregado en la plaza de San Pedro, el Papa ha pedido una "paz justa" en Ucrania y el alto al fuego en Gaza.
Nacido en la calle Bizcocheros
Al hilo del histórico acontecimiento de la elección del 267 sucesor de San Pedro, viene bien la ocasión que un obispo nacido en Jerez pudo ser papable en el año 1903. Nacido el 20 de enero de 1822 en la calle Bizcocheros –que hasta el año 1979, como bien ha apuntado en redes Antonio Mariscal Trujillo, llevó el nombre de Cardenal Herrero–, Sebastián Herrero y Espinosa de los Monteros participó en el cónclave en el que fue elegido Pío X como Papa.
Este insigne jerezano, descendiente de los marqueses de Monte Olivar por la rama materna, empezó a ejercer de abogado en Morón (Sevilla) hasta que en 1856 decidió ingresar en la congregación de San Felipe Neri. Ordenado sacerdote en 1860, el Papa Pío IX lo promulgó para obispo de Cuenca. Obispo de Vitoria (desde el 9 de febrero de 1877 al 28 de julio de 1880, fecha en la que renunció por motivos de salud), en dicha localidad vasca inauguró el primer Seminario Conciliar y realizó la visita pastoral a toda la diócesis. Posteriormente, fue designado para las diócesis de Oviedo y Córdoba.
Obispo de Valencia, ciudad en la que está enterrado
En 1893 es designado senador por el Arzobispado de Sevilla, convirtiéndose, en 1899 en senador por derecho propio. Un año antes (1898), el Papa León XIII –el antecesor en cuanto a nombre del nuevo Papa–, le nombró obispo de Valencia y cinco años más tarde se le asignó el cardenalato de Bonifacio de Alessio.
Poco después de su participación en el cónclave falleció en Valencia, donde está enterrado en la capilla de la Purísima, en diciembre de 1903.








