La Policía Nacional rescató el pasado 4 de diciembre a cuatro miembros de una misma familia en Jerez, después de que todos ellos resultaran gravemente afectados por la inhalación de gases en el interior de su vivienda, situada en la avenida Blas Infante. Entre las víctimas se encontraba un bebé de pocos meses.
Los hechos se produjeron en torno a las 21:30 horas, cuando la sala operativa del 091 recibió la llamada de un vecino que alertaba de un posible escape de gas en uno de los pisos del inmueble. Según indicó, los moradores se encontraban intoxicados y mareados. De inmediato se activó un operativo de urgencia en el que participaron el Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz, los Servicios Sanitarios del 061 y una patrulla de la Policía Nacional que se encontraba muy próxima al lugar realizando labores preventivas.
Siguiendo el protocolo establecido para este tipo de incidentes, los agentes aseguraron la zona, despejaron la vía pública y las áreas comunes del edificio para facilitar la intervención de los equipos de emergencia. En ese momento, una mujer de avanzada edad, visiblemente mareada, logró salir al umbral del piso y pedir ayuda desesperada, asegurando que el resto de su familia “se estaba muriendo en el interior”.
Ante el riesgo vital inminente, los policías accedieron a la vivienda extremando las precauciones. Nada más entrar, detectaron un fuerte olor a gas y comenzaron a abrir ventanas para ventilar el inmueble. En el salón encontraron a una mujer joven inconsciente sobre un sofá y a un varón totalmente desorientado, incapaz de levantarse por sí mismo. El bebé, de pocos meses, fue localizado en una habitación contigua gracias a su llanto.
Los agentes evacuaron a los adultos cargándolos a hombros, trasladándolos a pulso hasta una zona segura en el descansillo del piso inferior. El bebé fue sacado con sumo cuidado hasta el portal del edificio. Allí, los policías aplicaron los primeros auxilios hasta la llegada de los sanitarios, que procedieron al traslado al Hospital Universitario de Jerez de todas las víctimas, salvo el menor, que resultó ser el menos afectado.
La rápida actuación de los Bomberos permitió localizar y neutralizar el foco del peligro, originado por una mala combustión de una caldera de gas junto con un extractor de aire averiado, una combinación que provocó la acumulación de gases en la vivienda y estuvo a punto de causar una tragedia.
