El futbolista catalán supone el complemento ideal para las temibles bandas del Cádiz de Álvaro Cervera, que deberá mejorar el derroche físico del mediocentro.
Lo querían los gallitos de Segunda, pero finalmente ha aterrizado en Cádiz. Eugeni Valderrama, que en la mañana del martes completó su primer entrenamiento vestido de amarillo —antes incluso de anunciarse su cesión a la entidad gaditana— es, a sus 23 años, el futbolista ideal por el estilo de juego que impuso Álvaro Cervera desde que aterrizara en el banquillo del Ramón de Carranza. Con dos balas a sus lados como Álvaro García y Salvi, el excepcional desplazamiento de balón del jugador tarraconense puede hacer de los contragolpes un peligro, si cabe, aún mayor para las defensas rivales.
Cedido por el Valencia, Eugeni aterrizó en el Artés Carrasco en junio tras el ascenso del Lorca. A su llegada, el mediocentro estaba valorado en 300.000€. Sus buenas actuaciones, sin embargo, le han hecho rondar el millón de euros de valor de mercado (800.000 euros según la web especializada Transfermarkt) y era, con diferencia, el mejor futbolista de su equipo, donde ha jugado principalmente en la medular, aunque también podría hacerlo en la mediapunta, una posición en la que el equipo amarillo cojea tras la lesión de José Mari y la reubicación de Álex Fernández junto a Garrido.
La gran calidad que atesora en los pies es su principal fuerte, teniendo un guante en su pie derecho que le permite ser un especialista en las jugadas a balón parado, un aspecto del que el Cádiz está sacando rédito en los últimos encuentros a pesar de adolecer de un hombre de estas características desde que Ager Aketxe regresara al Athletic Club. Además, posee una gran facilidad para llegar a puerta y prueba a menudo su buen golpeo de balón. De hecho, en el Lorca era el jugador que más peligro generaba sobre las porterías rivales.
Le pierde, sin embargo, el físico. Su escaso aguante provocaba en muchas ocasiones que, en los partidos con el conjunto murciano, acabara desapareciendo del partido a partir de la hora de juego. Álvaro Cervera, por tanto, tiene trabajo por delante para hacer del centrocampista uno de los pilares en el centro del campo amarillo debido a la alta velocidad a la que mueve el balón y a su fantástica visión de juego, dos características de las que se pueden aprovechar, sobre todo, los extremos del cuadro gaditano.
Comentarios