La historiadora Margarita Lozano repasa las curiosas denominaciones que ha tenido uno de los enclaves más céntricos de Jerez a lo largo de los tiempos. A continuación, los 9 nombres que ha tenido la plaza Plateros de Jerez en toda su historia. Una plaza que, además, una vez tuvo una hermosa fuente, por desgracia desaparecida.
Plaza de Aljaifar, Plaza de las Vendedoras, Obertos de Valeto, Plaza de las Berceras, Plaza del Rollo, Plaza del Pan, Plaza de los Mercaderes, Plaza de Carmen Núñez de Villavicencio y, por fin, Plaza de Plateros.
"Según nos cuenta el archivero Muñoz —narra en su blog, Jerez Intramuros, Eduardo Velo— la plaza de Plateros tuvo también los nombres de plaza de Aljaifar por los distintos artículos que en ella se vendían, de las Vendedoras por la cantidad de vendedoras que había en la plaza, de Obertos de Valeto por el fundador de la Cartuja jerezana, de las Berceras por los puestos de venta de pan, hortalizas y berzas que aquí hubo, del Rollo debido a la "la picota" ó "rollo", donde se exponían a los reos para su vergüenza pública, del Pan por el sitio de los puestos de pan que en ella había y de los Mercaderes por las diferencias de artículos que en sus puestos se expedían".
A todos estos nombres, añade Velo, "más recientemente llevó también el nombre de plaza Carmen Núñez de Villavicencio por la Marquesa de Domecq D'Usquain, gran benefactora de la ciudad. Finalmente, con la llegada de la democracia, se le devolvió su nombre popular de plaza de Plateros, por ser estos los que perduraron entre tantos comerciantes como, desde siempre, se habían establecido en ella. Una plaza antaño popular y evocadora, con su torre de la Atalaya vigilante siempre y su parada de taxis, donde las tertulias y el paso constante de jerezanos daban vida bajo su frondosa arboleda".
De la droguería España a un bar, del antiguo caballito de la confitería de Plateros a pisos turísticos, de la mítica zapatería Gorila a una cervecería que perdió su identidad, del Viña T a un neotabanco... así ha ido evolucionando, a mejor, a peor, la emblemática plaza de los nueve nombres en Jerez.
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