El fenómeno Lamine Yamal sigue traspasando fronteras y dejando huella no solo en los terrenos de juego. En Jerez, un aficionado del FC Barcelona ha llevado su admiración un paso más allá al tatuarse el rostro del joven futbolista en el muslo de su pierna izquierda. El protagonista de este gesto es Luismi, seguidor culé desde la infancia, que no ha dudado en grabar en su piel la imagen de una de las promesas más brillantes del club catalán.
El trabajo, como ha detallado El Desmarque, se ha realizado en el estudio Pol Tattoo y ha requerido varias horas de minucioso trabajo. Según ha relatado el propio tatuador, Fran Castro, conocido como Cosa.V, "hemos tardado seis o siete horas en hacerlo", destacando la complejidad del retrato y el nivel de detalle exigido para lograr un resultado realista. La imagen elegida corresponde a uno de los primeros planos más icónicos del joven jugador, cuyo ascenso meteórico en el fútbol profesional ha generado una ola de admiración entre los seguidores azulgranas.
“Me encantaría tatuarle el Balón de Oro”
Para Luismi, Yamal representa mucho más que una promesa. "Es el mejor, una máquina. Es verlo y quedarte loco con las cosas que hace", ha asegurado, visiblemente emocionado con el resultado final. El tatuaje, además de ser un homenaje al jugador, refleja también la ilusión de muchos culés que ven en el canterano al próximo gran referente del FC Barcelona.
El seguidor ha ido aún más lejos al manifestar su deseo de continuar con este tributo si el joven delantero logra uno de los mayores galardones del fútbol mundial. "Me encantaría tatuarle el Balón de Oro", ha confesado. Una declaración que anticipa nuevas visitas al estudio si el talento de Yamal sigue su trayectoria ascendente.
La imagen del tatuaje, que ha comenzado a circular por redes sociales, ha generado un considerable interés, no solo por la calidad del dibujo, sino por lo que representa: la esperanza depositada en una figura que, a pesar de su juventud, ha sido capaz de marcar diferencias en partidos clave y ganarse un lugar en la élite del fútbol.
Gestos como este evidencian el impacto que figuras como Lamine Yamal tienen en su afición. A sus apenas 17 años, el jugador ya inspira devoción entre los seguidores más entregados del barcelonismo. Y, en el caso de Luismi, ese sentimiento ha quedado literalmente grabado en la piel.


