Con nocturnidad y alevosía. De esta manera actuaba el adjudicatario de la caseta de la peña rociera El Carrizal la madrugada de este jueves de Feria, al desmontarla por completo. Ubicada en el número 94 de la calle Manuel Soto Sordera, lo cierto es que a lo largo de estos días se veía muy poco ambiente de público en la misma, lo que parece que ha sido el principal motivo del casetero, que ha preferido dejar de perder dinero a seguir aguantando el tirón aun a pesar de llegar los días grandes.
El último y similar precedente se producía en 2016, cuando la hermandad del Mayor Dolor también se vio tirada a mitad de la feria ante la espantada de su casetero. Este episodio, que viene a empañar la imagen de la Feria del Caballo, vuelve a abrir el debate del rumbo que está tomando la fiesta en los últimos años, en cuanto a la adjudicación de las casetas a tercero, algo prohibido pero que es algo común en el Real, lo que ha llevado al gobierno municipal a estudiar una reforma concienzuda de la normativa para actualizarla a los nuevos tiempos.
Desde el Ayuntamiento todavía no hay un comunicado oficial al respecto.
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