Jerez no necesita presentaciones en Navidad, y menos cuando las Zambombas están en alza. Eso sí, un grupo de jóvenes actores ha decidido ofrecer una propuesta completamente diferente que mezcla dramaturgia con la celebración navideña jerezana por antonomasia. Entre Candela y Compás no es solo un espectáculo de villancicos; es un teatro vivo en el que los personajes tradicionales del cancionero jerezano cobran vida y cuentan historias desde la perspectiva de quienes siempre han sido protagonistas en la memoria colectiva de la ciudad.
El espectáculo se desarrolla en un antiguo patio de vecinos, donde cada intérprete representa un villancico y asume un rol concreto, aunque los jerezanos ya conocen a los protagonistas por cantar su vida cada mes de diciembre. La Vecina más maruja, la Micaela picarona, la Mariquilla de la calle San Francisco, el Carbonero, la Pastora con su burro, el Marinerito, y el Sacristán —que sustituye al cura, ausente en esta versión— comparten historias, recuerdos y anécdotas que conectan con la tradición local. Cada personaje, además de narrar su historia, refleja el arraigo con Jerez, mostrando la relación de sus habitantes con la tierra, sus calles y sus fiestas.
Una idea entre bambalinas
La idea surgió durante el verano, cuando los miembros del grupo asistieron a festivales y espectáculos en otras ciudades como Mérida y Málaga. "Estamos en contacto con el teatro las 24 horas del día", explica Paula Castez, nombre artístico de Paula Castaño y Micaela en la obra. "Vemos espectáculos, viajamos, analizamos ideas… y nos dimos cuenta de que aquí no había un movimiento teatral fuerte en Navidad. Entonces pensamos en hacer algo propio, algo que fuera muy nuestro y muy jerezano". La elección de los villancicos no fue casual: "No queríamos inventar historias nuevas, todo ya está ahí. Solo había que darles voz y vida en escena", añade Paula.

Un elenco joven con ideas claras
El elenco es joven y diverso, con edades que van desde los 19 hasta los 27 años. Paula Castez (22) interpreta a la Micaela; Manuela Bernal (23) es la Vecina; Julia Flores (19) encarna a Mariquilla; Curro Holgado (22) da vida al Carbonero; Ana Lovera (22) es la Pastora; Daniel Doncía (21) representa al Marinerito, y José Carlos Toledano (27) interpreta al Sacristán. La mayoría son jerezanos, aunque algunos provienen de otras ciudades, lo que añade matices diferentes al conjunto y refleja la mezcla de tradición local y talento exterior.

La preparación del espectáculo ha sido completamente colectiva. Paula y Manuela se han encargado de dirigir los monólogos y trabajar la interpretación, mientras que Daniel, bailarín del grupo, coordina las coreografías. Ana y Julia gestionan redes y promoción, y José Carlos aporta su creatividad en la dramaturgia y el pasacalle inicial. "Es un proyecto muy colaborativo", comenta Paula. "Tenemos que buscarnos la vida para mostrar nuestro arte: organizar ensayos, gestionar cada detalle de la puesta en escena… no es solo subirse al escenario".
El vestuario también refleja esta combinación de creatividad y cercanía. Algunas piezas provienen de aportaciones personales o familiares; otras fueron proporcionadas por la Escuela Superior de Artes Dramáticas de Sevilla, donde los jóvenes ensayan también algunas escenas. La intención es mantener la autenticidad de la representación, con un acento y unas expresiones lo más jerezanas posible. Los actores que no son de la ciudad han trabajado para adaptarse al idioma local, corrigiendo detalles y matices para que todo suene natural.

Estreno en un emblemático punto de Jerez
Entre Candela y Compás se estrenará el 5 de diciembre en los Claustros de Santo Domingo a las 17:00 horas y contará con funciones todos los fines de semana hasta el 22 de diciembre. Pero la propuesta no se queda en lo visual: busca involucrar al público en la experiencia teatral. "Queremos que los espectadores sean cómplices de la obra", explica Paula. "Al final de cada función, cuando decimos 'Entre Candela y Compás, así nos va la Navidad', esperamos que ellos también lo vivan y lo repitan. Que formen parte de la tradición de manera activa".
Para estos jóvenes actores, el proyecto representa un reto profesional y personal. "Es complicado organizar todo y dirigirlo nosotros mismos, pero estamos muy orgullosos de que esté saliendo adelante", dice Paula. La mayoría lleva haciendo teatro desde pequeños, pero enfrentarse a la gestión integral de un espectáculo -desde la dramaturgia hasta la interacción con el público- implica un aprendizaje constante.
Entre Candela y Compás combina teatro, música, baile y tradición jerezana en una experiencia cercana y festiva, donde la risa, la emoción y la participación del público son protagonistas. Con esta propuesta, Jerez renueva su espíritu navideño desde un punto de vista innovador, demostrando que los villancicos pueden ser mucho más que canciones: pueden convertirse en historias vivas que unen generaciones y celebran la identidad de la ciudad.



