Jerez puede presumir de contar con una empresa centenaria que ha sabido adaptarse a los tiempos en un mundo tan competitivo como el del vidrio. La historia de la empresa Vriaza, conocida también como Vidriería Jerezana, se remonta a principios del siglo XX y mantuvo desde sus inicios un vínculo estrecho con la Fábrica de Botellas La Jerezana.
Los orígenes de la firma están ligados al lavado de botellas, una práctica común en España a principios del siglo XX debido a que la demanda superaba con creces la oferta de envases. Documentos de 1917 y 1920 acreditan la actividad de la empresa en esa época, aunque aún no estaba constituida formalmente como sociedad. "Éramos un
lavadero de botellas, y así comenzó la sociedad", señala Esteban Magán, director general de la compañía.

En 1947, la compañía se constituyó oficialmente como sociedad limitada bajo el nombre de Vidriería Jerezana, continuando con la distribución de botellas y envases de vidrio provenientes de la fábrica de botellas de Jerez. Magán explica que la fábrica, aunque pionera en producción, carecía de un desarrollo comercial sólido, por lo que empresas como Vidriería Jerezana colaboraban en la venta y distribución de los envases.
Hoy, Vriaza no fabrica botellas, sino que se dedica a su distribución, trabajando con la multinacional francesa Verallia, fabricante líder en Europa y tercer productor mundial de envases de vidrio para alimentos y bebidas. La empresa distribuye envases no solo en España, sino también internacionalmente.
Uno de los productos emblemáticos de la compañía es la botella jerezana, clásica de los vinos de Jerez. Magán destaca que Vriaza es probablemente el distribuidor que más vende de este modelo en España y subraya el valor histórico y simbólico del envase: "Es una botella que lleva el nombre de la ciudad y que categoriza los vinos de Jerez
dentro del mundo".


Además de la distribución, la empresa mantiene líneas de decoración de botellas, iniciadas en los años 60 con el metalizado para Ponche Caballero. Posteriormente incorporaron procesos de mateado y pintado, ampliando las posibilidades de personalización para envases de alimentación, cosmética y perfumería. Según Magán, "el envase ya no es solo un medio para contener el producto, sino una herramienta estratégica que comunica, posiciona y vende. En mercados como el del vino, los licores, los aceites o los perfumes, el envase puede ser el primer argumento de venta".
Vriaza cuenta con una plantilla estable de entre 15 y 20 personas, ajustable según picos de producción estacionales, principalmente en periodos previos a Navidad y verano. La empresa ha reforzado su capacidad productiva e innovadora mediante importantes inversiones en maquinaria y en la incorporación de personal joven y cualificado, renovando así la experiencia histórica de la compañía.
En 2019, tras un momento tan significativo como fue el fallecimiento del referente principal de la empresa y padre de los actuales gestores, Esteban Magán Benítez, la empresa llevó a cabo un cambio de marca para reflejar el paso hacia una nueva etapa. El director explica que el objetivo fue "mostrar que la compañía continúa su camino, manteniendo los valores que la definieron desde el inicio, pero con una mirada puesta en el futuro". Así nació Vriaza, una marca que conserva el vínculo con Jerez y refleja su evolución como empresa.

Hoy, la compañía trabaja con clientes locales e internacionales, grandes y pequeños, y mantiene un enfoque centrado en la confianza y el servicio. Magán subraya que la cercanía con los clientes es un valor diferencial. "Nos esforzamos por brindar a todos nuestros clientes el mismo nivel de atención, sin importar su tamaño. Intentamos que la relación con nuestros clientes no se quede en una mera transacción comercial, sino que sea una relación cercana basada en la confianza. Esa cercanía, sumada a nuestra experiencia, disponibilidad y capacidad de respuesta es clave para que la colaboración sea realmente efectiva".
Magán destaca que la sostenibilidad es uno de los aspectos más valorados por la empresa y sus clientes. "El vidrio es cien por cien reciclable y cien por cien sostenible. Actualmente, ayudar a mantener y mejorar nuestro medio ambiente no solo es moda, sino que es algo de interés social. El medio ambiente es clave, y nosotros junto a nuestros clientes estamos en esa cadena que ayuda a mantener los estándares de sostenibilidad", explica. La compañía apuesta así por envases que contribuyen a reducir el uso de plástico y fomentan prácticas responsables en el sector.
En cuanto a su capacidad logística, Vriaza cuenta con instalaciones capaces de almacenar alrededor de 600.000 botellas, aunque el movimiento de envases es constante debido a su relación con fabricantes.

La empresa también mantiene una destacada capacidad de producción en sus líneas de decoración. La línea de mateado puede producir hasta 45.000 botellas al día, mientras que la de pintado alcanza unas 36.000 unidades diarias. En metalizado, Vriaza afirma ser la empresa con mayor capacidad productiva de España, alcanzando unas 6.000 botellas al día, un volumen relevante comparado con la competencia y que consolida su posición en el mercado nacional.



