La joven jerezana tiene una cita en el juzgado el 19 de noviembre. Bankia le pide desalojar la vivienda de San Telmo en la que lleva como okupa varios años. Trabaja cuatro horas a la semana y gana menos de 300 euros al mes.
“Me veo en la calle”. Elizabeth, una joven jerezana de 23 años, tiene que abandonar la casa en la que vive. En ella lleva cinco años como okupa con su hijo, que ahora tiene cuatro años. Entró estando embarazada, tras pelearse con la que era por entonces su pareja. “Tenía problemas y no quiso saber nada”, dice. Sus padres tampoco la ayudan a criar a su hijo. Está sola. Hace medio año recibió la ‘visita’ de la Policía, que intentó derribar la puerta de su casa mientras ella no estaba dentro, pero sus vecinos lo impidieron.
Ahora, Bankia, la propietaria de inmueble, le remitió hace unos días una carta citándola el próximo 19 de noviembre en el juzgado. Le pide que desaloje la vivienda. Pero no tiene adonde ir ni forma de pagar un alquiler. Criando ella sola a su hijo, se ‘escapa’ un par de días a la semana para limpiar una casa. Dos horas echa cada día. Menos de 300 euros gana al mes. Con eso tiene para comer y poco más, dice.
Elizabeth vive en un bloque de San Telmo. Allí pocos vecinos pagan por la luz y el agua y todos se ayudan entre ellos, explica. Es lo que más valora, la solidaridad. Es de los pocas ayudas que recibe. A los servicios sociales del Ayuntamiento también ha acudido. Pocas soluciones le han dado. En la lista de demandantes de Emuvijesa lleva cinco años inscrita. “Pero piden una nómina muy alta”, se queja. No cumple el perfil. Desde Stop Desahucios se quejan de que el Ayuntamiento no sepan cuantas viviendas tienen vacías. "Lo hemos preguntado varias veces pero no nos contestan", aseguran.
Antes trabajaba como camarera. En heladerías, en hoteles, en bares… “Pero ahora con mi niño no puedo estar tantas horas”, dice. “No tengo con quien dejarlo”. La ayuda que recibe es de la plataforma Stop Desahucios, que le está buscando una solución. O negociar con el banco para que se quede o buscarle otro inmueble. “Es muy grave que un banco rescatado con dinero público pueda echar a gente”, dicen desde la organización, que pide al Ayuntamiento que facilite viviendas en alquiler social. “No tiene dinero, pero sí tiene medios”, aseguran en referencia al stock de viviendas públicas que tiene vacías el Consistorio.
Desde Todos con Casa, una ONG que adecenta viviendas desocupadas para ofrecerlas a precios asequibles a personas sin recursos, también están echando una mano a Elizabeth. “Buscamos viviendas vacías, nos ponemos en contacto con su propietario y le decimos que se la reformamos a cambio de que ponga un alquiler barato”, dicen desde la organización. La última que han reformado, en La Granja, la han cedido a una familia con pocos ingresos por 150 euros al mes.
El caso de Soledad dio bastante que hablar. También vecina de San Telmo, esta joven de 31 años, madre de dos hijos de dos y 12 años, fue denunciada por un presunto delito de usurpación, aunque finalmente llegó a un acuerdo con Bankia, la propietaria de la vivienda.
Tras protestar en la puerta de la sucursal, con integrantes de Stop Desahucios y de diversas organizaciones sociales, Soledad alcanzó un acuerdo con el director de la sucursal. Con este antecedente, desde la plataforma son optimistas: "Con Bankia ya hemos conseguido solucionar un caso", apuntan. "Hay una emergencia habitacional en Jerez", asegura Stop Desahucios, que pide que el Ayuntamiento actúe y estas personas dejen de ser "ciudadanos de tercera".
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