El obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, está haciendo cada día visitas a los templos para realizar unas pequeñas estaciones de penitencia frente a las imágenes que este año no pueden procesionar. Junto a ello, ofrece una emisión en directo desde las redes sociales de la Diócesis.
Pero es todo lo que Mazuelos quiere que se vea. Porque deliberadamente está incumpliendo los horarios ofrecidos públicamente para las visitas a los templos. El objetivo es que la prensa no pueda cubrir estas salidas. Los cambios en algunos casos han sido de más de media hora, pero en otras ocasiones, por muchas más horas.
Según fuentes conocedoras del asunto, a Mazuelos le preocupan las críticas recibidas de parte de muchos ciudadanos, que no ven con buenos ojos el tour por casi medio centenar de templos. Y, sobre todo, pretende que la bola deje de rodar. Por eso, limita las apariciones a las oficiales de sus propias imágenes grabadas por un técnico de vídeo, que junto al presidente de la Unión de Hermandades, Dionisio Díaz, forma la comitiva que va de templo en templo.
La recepción en cada templo se realiza por parte de un responsable eclesiástico, que suele ser el cura de la parroquia, y un miembro de la hermandad. En algunos casos, ni siquiera personas de la junta de gobierno, toda vez que éstos prefieren evitar los contactos en la medida de lo posible. En algunos casos, se aprecia cómo las personas que reciben al obispo no cuentan con equipos básicos de protección, como mascarillas o guantes.
Una cuestión que preocupa en la Diócesis es que se pueda producir algún contagio achacable a estas visitas. Por eso, reduciendo las imágenes, queda fuera de la vista pública cualquier contacto que se pudiera producir.
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