Reclama ayuda a Diputación y Junta de Andalucía para instruir los expedientes por insubordinación o irregularidades de trabajadores municipales que ningún funcionario en el Consistorio quiere asumir.

El gobierno local anunció a mediados del año pasado la apertura de dos expedientes a sendos liberados sindicales en el Ayuntamiento que llevaban 15 años cobrando su sueldo mensual sin pisar su puesto de trabajo. Sin embargo, el expediente disciplinario por posibles faltas muy graves ha quedado en el limbo. De momento. Como reconocía la alcaldesa, Mamen Sánchez, en una entrevista reciente con lavozdelsur.es, "ningún funcionario quiere hacerse cargo de esta instrucción para no verse señalado, por lo que hemos solicitado ayuda a otras Administraciones". En concreto, según ha podido saber este medio, se ha recurrido ya a los técnicos de la Diputación de Cádiz y Junta de Andalucía para que colaboren en el objetivo de poner coto a estas situaciones irregulares y actos de indisciplina e insubordinación que se están viviendo en el Consistorio jerezano y que, por ahora, son difíciles de erradicar.

El llamativo y sintomático caso de los sindicalistas, del que incluso se hizo eco la prensa nacional e internacional, no es lamentablemente el único, ni el último. Hace unos días, en la tarde del pasado viernes, se supo a través de los vecinos que tres técnicos de Urbanismo se negaron en cascada a acudir a inspeccionar dos viviendas de La Constancia que habían sufrido un derrumbe. Los vecinos, indignados, aseguraban que les habían trasladado que ni cobrando horas extras firmarían documento alguno "hasta el lunes". Luego, ha sabido este medio, que ni siquiera atendieron sus teléfonos. Esta situación les obligó a permanecer el fin de semana desalojados ante la incertidumbre por el estado real de sus viviendas en la histórica barriada jerezana. Pero hay otros casos más sangrantes aún, como el de altos cargos municipales —en concreto, algún rebotado que ha cesado en el puesto que ocupaba con el anterior gobierno— que se dedican a abordar sus asuntos profesionales particulares en horas de trabajo del Ayuntamiento.

O el de empleados públicos adscritos a la emisora municipal Onda Jerez que reclaman trabajar de ocho a tres de la tarde, pese a que la televisión pública local es un servicio que también emite en horario de tarde y noche. Como medida de protesta y presión, "deciden hacer dejación de funciones o, de repente, dicen sentir molestias y paran en seco de trabajar", cuentan a este medio fuentes municipales. Y hay más casos. En un departamento de Urbanismo, había un expediente para conceder una licencia de primera utilización retenido desde abril del año pasado, lo que impedía que el ciudadano que lo había cursado pudiese solicitar el alta del suministro eléctrico de su vivienda. Una responsable del ejecutivo socialista llamó a los tres empleados, pero dos ese día no habían ido a trabajar y el que estaba le aseguró con una excusa peregrina tener mucho trabajo. Finalmente, amenazó a la responsable con denunciarla si le obligaba a firmar sin haber estudiado detenidamente el asunto. Asunto que llevaba, como se ha dicho, meses sobre su mesa, sin que ni siquiera sus responsables técnicos lo supieran. 

El techo y el suelo salarial que fijó la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que aprobó el gobierno del PP a mediados de 2012 era de 70.000 y 20.000 euros para el conjunto de la plantilla municipal. Sin duda, y pese a los sucesivos recortes que se han ido produciendo en las nóminas, cantidades más que dignas para cómo se mueve actualmente el mercado laboral. "Muchos trabajadores municipales no son conscientes de la realidad de la calle, de la precariedad y la miseria que hay", señalan empleados del Consistorio consultados por este medio, quienes aseguran que "esta situación solo se zanjará con mano dura y una vez que se renueve la plantilla con oposiciones". El hecho de que durante el anterior mandato el ejecutivo de la exalcaldesa Pelayo empleara la táctica del miedo para generar división y tensión en la plantilla —anuncios permanentes de ajustes, recortes, expedientes de regulación de empleo...—, mantuvo en cierto modo a raya a los trabajadores públicos, "tanto a los que cumplen bien con sus funciones, que son la mayoría, como a los que no mantienen un comportamiento tan ejemplar". Esa es al menos la teoría que sostienen muchos de estos empleados preguntados: "No ha sido solo que la gente no quiera firmar nada con los líos judiciales que ha habido en la ciudad, es que ahora también no ven autoridad y se han relajado", comentan de forma anónima.

"El PP —aseguraba Sánchez en aquella entrevista— repartió a la plantilla, a cinco o seis meses de las elecciones municipales, productividades como regalos, como un derecho adquirido, y ahora le tienes que decir a la gente que esa productividad, ni la podemos pagar, ni es un derecho adquirido… El PP se comprometió a bajar 11 millones el capítulo 1 en 2016. Nosotros sin poner a nadie en el desempleo vamos a intentar bajarlo 6 millones porque vemos que más es que es imposible. Además, el PP hizo todo eso tras una RPT fracasada que no tiene en cuenta la valoración de los puestos como se tiene que tener. Puedo decir que hay vigilantes o conserjes ganando más que arquitectos. Es verdad que toca apretarse un poquito el cinturón pero es que no se hicieron bien las cosas". Pendiente de modificar en profundidad la RPT y de acometer un proceso de funcionarización que dé estabilidad a la plantilla, el gobierno local quiere empezar a aplicar mano dura con aquellos empleados insubordinados que, en muchos casos, son quienes mantienen empantanado al Ayuntamiento y bloquean su necesaria gestión diaria al servicio de un contribuyente que no ve que las tasas e impuestos que paga sirvan para recibir mejor servicio público. 

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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