El próximo pleno aborda de nuevo esta cuestión, una práctica que las bodegas de Jerez y El Puerto quieren que desaparezca al considerar que les discrimina en su acceso al mercado y que incluso va contra la propia exclusividad de Sanlúcar para la elaboración de Manzanilla.
El Consejo Regulador del Vino abordará en su próxima sesión un tema controvertido sobre el que el sector lleva debatiendo más de una década y que coloquialmente se conoce como el 'fino de Sanlúcar'. Bodegas de Jerez y de El Puerto quieren acabar con esta práctica, que consideran injusta, en reciprocidad a la exclusividad de que gozan las bodegas radicadas en Sanlúcar para la elaboración de manzanilla desde que el vino sanluqueño fue elevado a denominación de origen.
Este medio ha sabido que Fedejerez ha preparado sobre este tema un informe a partir de las conclusiones de distintos expertos independientes que quiere elevar a la categoría de dictamen, en línea con lo que la patronal ha venido haciendo en los últimos años con otros asuntos polémicos en el sector. Cabe suponer que dicho informe irá a pleno o, al menos, un extracto de sus conclusiones. Hace años que Fedejerez ha hecho suyas las reclamaciones de las bodegas de Jerez y El Puerto en este sentido y estima que ha llegado el momento de encontrar soluciones a esta cuestión. De una manera esquemática, la cuestión es la siguiente: la formulación de Manzanilla como denominación de origen obligó a las empresas no radicadas en Sanlúcar que quisieran comercializar bajo el nombre ‘manzanilla’ bien a invertir en dicha ciudad (tanto en naves bodegueras como inmovilizado) o bien a comprar manzanilla a terceros (sanluqueños) cada vez que necesiten este vino para hacer frente a pedidos de sus clientes, con la consiguiente pérdida de valor añadido. Frente a esta situación, la reglamentación del sector siguió permitiendo que las bodegas de Sanlúcar elaboraran y comercializaran fino.
No hay que perder de vista que fino y manzanilla se elaboran exactamente igual, a partir de la misma uva palomino y que, además, puede ser de los mismos pagos, por lo que solo se distinguen por la especificidad que aporta su crianza en Sanlúcar (velo de flor permanente...). Si el proceso es el mismo y la misma uva puede ser de los mismos pagos, la tesis de las bodegas de Jerez "da la vuelta" a la defensa del microclima de Sanlúcar para la elaboración de la manzanilla para concluir que siendo así, entonces, en definitiva, solo puede criar manzanilla, no fino. En definitiva, es incongruente que las bodegas de Sanlúcar pueda albergar a la vez la crianza de manzanilla y de fino. 
En esa línea iba la argumentación del presidente de Fedejerez, Evaristo Babé, expresada poco antes de Navidad (este asunto se viene gestando desde hace meses), apelando a la defensa de la propia manzanilla como vino exclusivo de Sanlúcar para terminar con la elaboración y comercialización de fino en las bodegas allí radicadas y en esa línea va también la propia redacción que se ha dado a tema en el orden del día del pleno. Así, el enunciado del punto 4.2 de la próxima sesión plenaria recoge textualmente: “Definición de la zona de crianza del Fino y exclusividad de la Manzanilla en Sanlúcar”, una redacción que, como se ve, huye del propio término 'fino de Sanlúcar' y, por supuesto, de prohibiciones, lo que se quiere es llegar al mismo sitio acotando las zonas de ambos vinos.
Ciertamente, cuando se habla de "fino de Sanlúcar" se hace referencia a producciones pequeñas, pero es cierto que permiten una plena versatilidad a los operadores sanluqueños sobre todo cuando se trata de hacer frente a pedidos de "línea blanca" o marca propia para grandes distribuidores. Las bodegas sanluqueñas pueden responder sin acudir a terceros a pedidos de toda la gama de Jerez mientras que las bodegas de Jerez se ven obligadas a acudir a operadores sanluqueños (o, como se ha señalado más arriba, realizar inversiones propias). Además, existen varias marcas de pequeñas bodegas, pero que en algunos casos significativos están vinculadas a casas más grandes a las que surten sus necesidades.
Desde Sanlúcar siempre se ha hecho una defensa cerrada a seguir elaborando fino. Básicamente hay dos líneas de argumentación, la defensa de los derechos históricos (por cierto, a los que renunciaron bodegas de Jerez y El Puerto cuando se "cerró" la exclusividad en el uso del término ‘Manzanilla’ para Sanlúcar) y la supuesta posibilidad, tal y como argumentan, de elaborar, efectivamente, fino y no manzanilla en función de determinados aspectos que hacen que varíe la crianza de un mismo vino, aspectos que sobre todo hacen referencia la ubicación en determinadas zonas de la bodega las botas para fino a fin de que no se beneficien del microclima sanluqueña. Huelga decir que esta argumentación desde Jerez siempre se ha considerado más que discutible.
Resulta una incógnita cual será la postura que adopte la Consejería de Agricultura acerca de esta propuesta que se va a debatir en el pleno del Consejo Regulador del Vino. Según ha podido saber este medio, en principio no habría mucha receptividad por parte de la institución autonómica.
Es significativo también que este asunto —el 4.2. del orden del día, como se ha señalado más arriba— haya sido agrupado en el mismo punto con otro "clásico" entre los temas candentes en el sector. Bajo el epígrafe general del punto 4, formulado como "Solicitudes relativas a la Zona de Crianza", se recoge en su apartado 4.1. otra reclamación antigua de parte del sector, sobre todo de las bodegas de los municipios de la zona de producción y de las cooperativas allí radicadas, como es la ampliación de la crianza a la totalidad de dicha zona de producción, es decir, que los vinos que se embotellen en Trebujena, Chiclana, Chipiona, Rota, etc, puedan ser a todos los efectos Jerez-Xérès-Sherry, poniéndose fin a ese sello "híbrido" en el que un consejo regulador sin especificar ampara ese vino. Este medio tiene constancia de que estos dos asuntos, el fin del fino de Sanlúcar y la ampliación a todo el Marco de la zona de crianza, se han cruzado en algún momento en las negociaciones de los distintos operadores del sector, por lo que resulta llamativo, pero no sorprendente, ver que ambos aparecen relacionados en la propia redacción del orden del día.
Bien, las espadas están en todo lo alto. Fedejerez cree que ha llegado el momento de que se ponga fin a una situación, como la del 'fino de Sanlúcar', que considera injusta para las bodegas de Jerez y El Puerto y que ha pervivido durante tiempo pese en un sector en el que es muy habitual que los problemas tiendan a enquistarse durante años, pero habrá que ver si esta vez reúne los apoyos necesarios.
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