La organización Ecologistas en Acción Jerez ha presentado una denuncia formal ante las autoridades competentes por el grave estado de abandono en el que se encuentra el canal aliviadero de la Laguna de Torrox, en Jerez. La queja ha sido dirigida tanto a Óscar Curtido Naranjo, delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente, como a Jaime Espinar, teniente de alcaldesa y delegado de Medio Ambiente del Ayuntamiento.
Según la denuncia, varios vecinos de las urbanizaciones cercanas a la laguna alertaron a la organización ecologista sobre lo que describen como “posibles vertidos” en el canal que conecta la laguna con el río Guadalete. En el escrito se menciona que en el agua se aprecia una sustancia similar a “chapapote maloliente”, acompañada de una alta presencia de mosquitos.
Miembros de la organización realizaron una inspección del terreno, recorriendo el canal desde su inicio hasta la entrada del túnel subterráneo, y también el tramo final donde el canal sale a cielo abierto antes de llegar al Guadalete, junto a la EDAR. En ambas zonas, observaron síntomas evidentes de abandono, contaminación del agua y acumulación de residuos peligrosos.
Un canal en ruinas y sin protección
El canal, explican, ha perdido la puerta de acceso que antiguamente protegía el camino de servicio, lo que supone un riesgo físico para los viandantes, ya que además no hay señalización alguna. También han detectado derrumbes y acumulación de tierras procedentes de la erosión de las laderas, que han llegado al fondo del canal y propician el crecimiento de vegetación invasora.
Estas obstrucciones están provocando retenciones de agua que llevan meses estancadas, generando focos de aguas negras y algas grumosas, que los vecinos asocian al “chapapote”. Esta situación no solo degrada el entorno, sino que representa un peligro para la salud pública por la proliferación de insectos.
En el último tramo antes del túnel, los activistas encontraron bloques y ladrillos que alguien colocó formando una represa artificial. Estos residuos generan charcas permanentes. Algunos bloques han sido retirados por los propios ecologistas para facilitar la evacuación del agua.
Vertidos de uralita y residuos de obra junto al Guadalete
La preocupación se agrava al llegar al tramo donde el canal se incorpora al río Guadalete. En este punto, el lecho del canal se ha convertido en un auténtico vertedero de escombros y objetos domésticos. “Llama especialmente la atención la presencia de restos de tejados de uralita, un material considerado muy peligroso”, denuncian desde Ecologistas en Acción.
Por todo ello, la asociación ha exigido una actuación inmediata que incluya la protección del acceso al canal, la retirada de lodos y aguas estancadas y la eliminación de los residuos por parte de un gestor autorizado, sobre todo en lo que respecta a la uralita.
Además, solicitan que la Delegación Territorial informe sobre cualquier actuación de inspección que se haya llevado a cabo o esté prevista, y que se programe un seguimiento periódico del canal para evitar que vuelva a alcanzar este estado de deterioro.



