Dionisio Díaz (Jerez, 1973) vive este 2021 su última Semana Santa como presidente del Consejo de la Unión de Hermandades, un cargo que ha ostentado cinco años en los que ha tenido que batallar en varios frentes, pero por más que su actividad fuera escrutada, como la de cualquier responsable en el mundo cofrade, todo ha quedado marcado por la pandemia. Porque este cofrade de la hermandad de La Clemencia del barrio de San Benito ha podido vivir solo tres finales de la Cuaresma con normalidad. Y, con todo, no siente que la vida le deba nada por esta mancha que es la pandemia. En cualquier caso, aunque puede optar a la reelección, ha decidido poner punto y final por cuestiones de las que habla en esta entrevista.
¿Qué balance general hace pasada ya la Semana Santa?
Hago un balance positivo dentro de las dificultades y lo diferente que ha sido. Ha sido un gran esfuerzo por las hermandades y por la Junta de Gobierno para cumplir con los retos de este año. Y destaco que la gente ha hecho grandes colas y ha intentado guardar distancias en ellas porque se ha volcado. En lo negativo, hablaría del Levante del martes y el miércoles, que habría dificultado la salida de procesiones. Entre lo bueno, me quedo con la visita de la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, a la exposición. Es un apoyo bueno para que la Semana Santa de Jerez sea declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
¿Había miedo a que se dieran imágenes poco ejemplares en esta Semana Santa?
Tanto el Consejo, con la exposición, como en la Junta de Gobierno, hemos querido que se cumpla la normativa. Y que no se usen imágenes desagradables, puntuales, contra la Semana Santa. En una mesa de un bar puede haber seis personas, acercarse una, que alguien haga una foto y que parezca que son siete. Esa manipulación de medios y redes es preocupante y se ha intentado que no se den en esos casos. Algún descuido, tumulto, puede darse, pero creo que en gran medida es responsabilidad de cada uno.
En algún corrillo se hablaba incluso de que podrían hacerse traslados con costaleros, ¿ha tenido que parar iniciativas concretas?
Hermandades y Consejo hemos tenido las ideas muy claras siempre, y el Obispado ha sido muy claro. Ha habido traslados puntuales, como el de la Clemencia, de la que soy hermano, a Montealto desde San Benito. Se nos pidió que no asistiéramos para evitar esas masificaciones, para hacer luego una misa con distancia al aire libre. Hemos siempre tratado de respetar todas las medidas.
"En lo cofrade, después del verano, esperamos ver a una cantidad de la sociedad importante vacunada, lo que permitirá recobrar cierta normalidad, y que esa normalidad llegue en paralelo las cofradías"
En la calle no se hablaba de otra cosa que no fuera 2022. ¿Cómo lo ve?
Ojalá se aumente el ritmo de vacunación, porque la Unión Europea va muy retrasada. Es lastimoso ver cómo paises avanzados en derechos sociales quedan en evidencia. Algo falla a nivel de UE. Es lamentable que en Francia tengan que cerrar sus negocios, mientras hay mucha gente muriendo. Eso es vergonzoso. Como europeo me da vergüenza. En lo cofrade, después del verano, esperamos ver a una cantidad de la sociedad importante vacunada, lo que permitirá recobrar cierta normalidad, y que esa normalidad llegue en paralelo las cofradías. Espero que para marzo o abril tengamos una cierta normalidad. Quizás no al 100%, pero sí que sea una Semana Santa muy parecida a la de 2019.
¿Imagina o es partidario ver cosas como pasos empujados con ruedas para evitar aglomeraciones de costaleros?
Los cofrades huimos de ruedas y artilugios raros. Creo que el de los costaleros es el menor de los problemas. Si para hacer un concierto con 5.000 personas se hacen test, como ya hemos visto en Barcelona, nada nos impediría hacer test a 45 costaleros bajo el paso. Hay más problema con el público en calle, para que haya distancia, mascarillas... Pero si la vacunación avanza, por qué no. Como vemos en Gibraltar, que es Andalucía, la mascarilla ya no es obligatoria.
¿Le gustaría ver en 2022 un año de cambios o el esfuerzo habría de centrarse solo en la salida?
Será un año de transición. Este 2021 ya se habían incorporado hermandades. Nosotros terminamos en junio, entrará un nuevo Consejo y será el que tenga tiempo hasta Semana Santa.
"Llegarán personas con el mismo o más ímpetu, pero no me presento, son cuestiones personales y laborales"
Otra de las cuestiones que se plantean en los mentideros es la celebración de una Magna a medio plazo.
Si yo fuera presidente, y si en septiembre, con la Merced, hubiera una vacunación grande y los contagios casi no existieran, con una normalidad casi plena, es motivo para celebrar una Magna el doblegar a un virus. Aunque yo ya no estaré.
¿Ha echado en falta la presencia de un obispo? Desde la salida de José Mazuelos, el administrador diocesano es el jerezano Federico Mantaras, aunque no puede tomar las decisiones que tomaría un obispo.
A nivel institucional no echo de menos esa figura. Don Federico realiza un buen trabajo. Se fue don José, con quien teníamos muy buena relación. La mejor noticia es que no hemos tenido noticias. Ha habido una normnalidad plena y un buen trabajo, sin ningún quebradero de cabeza. No hemos echado en falta la dirección de un pastor. Y quiero agradecer la confianza que ha mostrado.
¿Se le queda alguna espinita por cómo acaba su mandato?
No tengo esa sensación. Nosotros prometimos trabajo por las hermandades. Este año ha sido a través de la exposición. Las hermandades han hecho un gran trabajo y el Ayuntamiento se ha portado excepcionalmente. El referente es que haya visitas cada día y que estén felicitándonos. Estamos contentos. Dios le da las mejores batallas a sus mejores guerreros. He tenido a los mejores consejeros conmigo, y nos hemos entregado a las cofradías. Me podría volver a presentar. Pero tengo cuestiones mías, personales y laborales, para decidir no volver a hacerlo. Trabajo en una empresa privada, a la cual le estoy muy agradecido por echar un cable. No hay que abusar después de cinco años. Me gustaría seguir realmente, pero no me presento y llegarán personas con el mismo o más ímpetu. Creo que con el Pleno hay buena consonancia. Siempre hemos visto predisposición, colaborado excepcionalmente.
"Con la carrera oficial por la alameda del Banco perdimos todos una oportunidad. No perjudicaba a nadie. Pero no era una imposición nuestra, sino una petición de los hermanos mayores"
¿Algo que le gustaría haber visto desarrollarse de otra forma?
Creo que no. Quizás perdimos todos, la sociedad que es de lo que se trata, las cofradías, las hermandades de la ciudad, porque hubo una gran oportunidad con la carrera oficial por la alameda del Banco. Era más recogida, y el Ayuntamiento quiso colaborar en llevarla a cabo. No perjudicaba a nadie, tenía el mismo número de abonados, y se perdió la oportunidad. Era una petición del Pleno de hermanos mayores, no una imposición. La propusimos, y no salió por dos votos. Tampoco es un lastre.
¿Y sobre alguna cuestión polémica, como el cese de la junta de gobierno del Prendimiento?
Esto es una organización al final, con cierta democracia a la hora de elegir mandatarios. A la vez, estamos en la Iglesia, con unas normativas a acatar. Me habría gustado que lo ocurrido en el Prendimiento se hubiese desarrollado de otra manera. Yo represento a los hermanos mayores, que me eligen, y también a la Iglesia. No todo el mundo estuvo acertado. Si todos ponemos de nuestra parte, no habríamos dado el espectáculo que dimos a la sociedad.
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