Que los autobuses urbanos de Jerez no son precisamente un ejemplo de sostenibilidad medioambietal, los más viejos y especialmente los que García Pelayo compró al Ayuntamiento de Madrid y cuyos tubos de escape hay que esquivar por la vaharadas de humo negro tóxico que despiden, es una realidad que día a día padecen los ciudadanos que tratan de sortearlos o dejarlos marchar para marcar distancias a fin de que los brunos gases no se cuelen en los pulmones.
Un ejemplo, colectivos de propietrios de viviendas de las zonas de más concentraciòn de estos vehículos que se localizan en las paradas de mayor afluencia en el centro urbano -Rotonda, Angustias, Esteve y Diego Fernández de Herrera- ponen en aviso el malestar de muchos que viven en estas zonas.
¿La causa?, el tiempo de espera de los autobuses, con el motor encendido, que cíclicamente llevan a cabo para regular horarios. Estas paradas ‘técnicas’ se suelen prolongar 5 minutos, llegando a alcanzar los 15 en determinadas plazas, calles y rotondas.
Las paradas de sincronización horaria llegan a sumar 1.400 minutos al día en Esteve y Angustias
Las comunidades de propietarios de las zonas afectadas calculan que al día, “por la observación y por el detalle de horarios de los que se informan en la web del Ayuntamiento y por la obrservación directa, son más de 1.400 minutos en Esteve y Angustias respectivamente, 955 en Diego Fernández Herrera y 324 en Rotonda Casinos”. Así las cosas y tras haberse reunido con el área de Movilidad y ante “la nula respuesta a sus peticiones”, han decidido elevar una denuncia a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta solicitando su intervención ante “la excesiva y perniciosa contaminación que vienen sufriendo desde hace más de cuatro años”, señala el colectivo en un comunicado.
En la nota informativa explican que al Ayuntamiento se le viene pidiendo “que diversifiquen los lugares de regulación, con objeto de evitar la excesiva concentración que provocan de gases, ruido y vibración, en los lugares asignados” y subrayan que están “incumpliendo ampliamente los preceptos legales establecidos”.
“Mucha comprensión y ninguna solución”, es lo que estos vecinos indican que han recibido desde Movilidad. “Existen diversas soluciones para eliminar esta incidencia, que han sido planteadas en las reuniones, pero los hechos nos demuestran que no han sido consideradas”, por lo que, insisten, esto provocsa un “perjuicio notable para la salud de la población y sobre todo de los residentes de las diversas zonas comentadas muchos de edad avanzada”.
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