Teresa y su marido disfrutaban de un viernes de Feria de lo más distendido. Eran las ocho y media de la tarde y pasaban una agradable velada en la caseta Venta Juan Carlos mientras bebían, charlaban y bailaban con un grupo de amigos. La escena se ensombreció cuando, según cuenta la propia Teresa, dos personas irrumpieron en la caseta y se dirigieron a su marido, al que propinaron una brutal paliza. Tanto Teresa como su esposo afirman reconocer a uno de los presuntos agresores como uno de los escoltas de la alcaldesa, un Policía Local que según el gobierno local "estaba fuera de servicio y en su día libre". El otro presunto agresor, también conocido del matrimonio, es su vecino y cinturón negro de kárate.
La agredida, Teresa Núñez, cuenta que no medió provocación y que todo ocurrió en cuestión de segundos. "Estaba hablando con una amiga y mi marido fue a pedir a la barra. Mientras yo hablaba con otra persona, mi marido estaba bailando con mi amiga. Entonces los vi entrar. En principio creía que iban a tomarse una copa, pero me di cuenta de la violencia que traían cuando empujaron a la gente que estaba parada en la puerta de la caseta", cuenta. Entonces comenzó la pelea. Tras tirar la bebida que Teresa se estaba bebiendo en ese momento, el reconocido como escolta de Pelayo se dirigió a su marido por la espalda, le asestó un puñetazo y entre los dos presuntos asaltantes lo sacaron de la caseta a rastras, según el relato de la denunciante.
En pleno Real de la Feria, los presuntos agresores se cebaron con el marido de Teresa, según relata: "Mientras uno lo sujetaba, el otro le daba patadas". En un lance de la pelea, el agredido se agarró a la pierna del escolta y éste le dijo: "Te voy a dar dos tiros que te voy a quitar todas las tonterías que tienes", según asegura Teresa y consta en la denuncia presentada en comisaría y que se adjunta en la noticia, en la que también pide una orden de alejamiento. "Empezaron a insultarme diciendo unas barbaridades... Y mirándome con una cara de mala leche que en mi vida he visto cómo una persona puede manifestar en una cara tanta maldad. Tanta maldad que no puedo ni dormir por las noches, tengo la cara aquí clavada (se señala la frente"), cuenta Teresa. "Fíjate si fueron cobardes que ellos saben que mi marido tiene una prótesis y le daban en las piernas, tiene una minusvalía de un 21%", añade. La agresión, además de en las extremidades inferiores, le produjo varios hematomas en el costado.
En la caseta, donde tenían varios enseres personales, entre ellos una cámara de fotos, no pudieron entrar después de la pelea. "Los camareros no me dejaban pasar y les decía que yo era el agredido", cuenta el marido de Teresa. "Tuvimos que volver por la noche para recuperar nuestra cámara de fotos. Sólo quería recoger mis cosas. En principio denuncié que la cámara había desaparecido, pero después la recuperamos", explica. Los presuntos agresores, según cuentan, "se quedaron dentro de la caseta". También denuncia la "pasividad" de las personas que presenciaron la escena: "Ahí me di cuenta de la poca solidaridad que hay, todo el mundo se quitó de en medio, nadie quería saber nada".
¿El motivo de la trifulca? Los agredidos aseguran que la desconocen. "Habrá que esperar al juicio para saber por qué, no sabría decirte una respuesta…", cuenta Teresa. Sobre el escolta de Pelayo, presunto agresor, asegura: "No tenemos relación, no vivimos cerca". Sin embargo, añade que coincidió con el hijo del reconocido como escolta de la alcaldesa en el examen de acceso a la universidad que realizó hace unos años: "El hijo del escolta quiere ser policía, se presentó al examen y suspendió... El escolta vacila de que la alcaldesa va a colocarlo en el Ayuntamiento".
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