En diciembre de 2013, hace solo poco más de medio año, la alcaldesa María José García-Pelayo entendía como algo "secundario" la infraestructura para potenciar el uso de la bicicleta en Jerez. En estos días advertía eufórica y públicamente que la salida de la Vuelta Ciclista a España desde Jerez, que se producirá mañana sábado, "va a marcar el presente pero también el futuro de Jerez, nos vamos a convertir en la capital de las dos ruedas, no en este caso del motor, sino de la bicicleta". Obviamente el paso del evento deportivo por la ciudad, amén del coste final que supondrá para los jerezanos y que está por ver, tiene un importante efecto promocional para Jerez difícilmente cuantificable, pero desde luego también encierra un importante papel de autopromoción política para una Pelayo que jamás tuvo un mes de agosto más ajetreado en cuanto a actos y posados políticos.
La alcaldesa se ha enfundado un virtual maillot de campaña y ya no hay quien la baje de esa bicicleta preelectoral. De oponerse frontalmente a la iniciativa de la Junta de Andalucía para incorporar a Jerez en el Plan Andaluz de la Bicicleta gracias a fondos finalistas de la Unión Europea, la regidora del PP ha pasado a pedalear como nunca esta semana. En una entrevista en Canal Sur estos días incluso declaró "no tener agujetas" tras tanto ciclismo de golpe.
Esta valoración del ciclismo era muy diferente para García-Pelayo hace solo unos meses, antes de conocer la designación de una salida de la Vuelta desde la provincia de Cádiz que incluye a Jerez como pistoletazo. Según recogía Diario de Jerez en diciembre pasado, el carril bici no se convertido en un arma política, aunque (la alcaldesa) desea dejar claro que se trata de un asunto secundario para Jerez. "Sinceramente, el carril bici no es la principal preocupación de los ciudadanos ni de este gobierno municipal, ya que hay problemas y asuntos más importantes en esta ciudad como todo aquello que está relacionado con el desempleo".
En aquel momento defendía que todo aquello que viene a Jerez sin costar un euro "bendito sea", pero es verdad que no se pueden dar cheques en blanco. Lo que no tiene sentido es tener todas las calles levantadas en 2014, cuando celebramos ser Ciudad Europea del Vino, y más cuando se puede hacer por fases". Como se ha visto en estos meses, era una mera excusa peregrina para oponerse a una inversión con sello PSOE-IU desde el Gobierno autonómico, ya que sin ir más lejos una de las vías principales de llegada al centro, la cuesta de la Alcubilla y la calle Puerto, está cortada por una inmensa zanja de obras. Pero en ese rechazo al velocípedo incluso recientemente, para sacudirse las críticas por sus polémicas donaciones de dinero público a la Iglesia para conservar el patrimonio del que ésta es titular, aseguraba: "El carril bici no ha sido decisión de este gobierno. De hecho le dijimos a la Junta que entendíamos que había otras prioridades y necesidades en la ciudad, si me apuran incluso desde el punto de vista urbanístico y de equipamiento. Insistieron en que era importante, hay un colectivo ciudadano que lo ha apoyado, y lo respeto, porque como además es la Junta la que va a poner el dinero, tampoco tenemos por qué entrar en más”
Ahora las cosas han cambiado. Tras sus más que controvertidas decisiones, el desplome electoral de las pasadas europeas y la amenaza permanente de la Gürtel, la regidora popular sabe que no atraviesa un momento de popularidad favorable, por lo que sin duda ha aprovechado el desembarco del ciclismo de élite para darse un baño de masas y erigirse, si es necesario, en la máxima defensora del deporte de las dos ruedas: "Queremos que todo el ciudadano que quiera disfrutar de la Vuelta lo pueda hacer desde cerca de su casa, es muy importante que la tengan muy cerca". La Vuelta promocionará en el exterior la imagen (la oficial al menos) de la ciudad, pero no hay duda de que a García-Pelayo también le está sirviendo de impagable estrategia de autobombo.
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