La Banda Municipal de Música, con más de 80 años a sus espaldas, tendrá que convertirse en asociación cultural musical si es que sus miembros quieren cobrar las siete mensualidades que el Ayuntamiento les adeuda y que en total suman unos 70.000 euros. Según ha podido conocer este medio, esta es la única solución “legal” que ha encontrado el Ayuntamiento para zanjar un problema que se le está enquistando más de lo deseado.
El objetivo de conformar esta asociación es que el Consistorio pueda abonarles los atrasos en forma de subvención, que se repartiría entre los miembros que aceptaran esta propuesta. El reparto de las mensualidades atrasadas iría controlado por un gestor externo que pagaría el Ayuntamiento, por lo que los miembros de la banda no tendrían que correr con ese gasto. Además, desde el gobierno defienden que esta asociación tendría carácter temporal, por lo que una vez abonado todo, la asociación se disolvería.
Así y todo, entre la banda más de un componente no lo ve claro, sobre todo por cómo les podría repercutir legalmente. Otra cosa que a más de uno ha molestado es que prácticamente se les ponga entre la espada y la pared. O aceptan la propuesta, o no cobrarían, ya que desde el gobierno son claros y conscientes que hasta hace siete meses la banda estuvo cobrando de manera irregular (ese dinero ni era en concepto de ayuda ni de beca), y en estos tiempos en los que se mira con lupa todo el dinero que se mueve en los ayuntamientos, se quiere andar ahora con pies de plomo.
De otro lado tampoco ha sentado bien el hecho de que se les meta prisa para resolver esta situación, a más tardar este lunes, con apenas unos días para reunirse, estudiar la situación y decidir qué hacer. Está claro que las elecciones están cerca y que desde el gobierno municipal quieren ir sofocando todos los fuegos que tienen activos antes de los comicios. No hay que olvidar que la banda de música ha protagonizado varias protestas, tanto en la plaza del Banco como en el encuentro saetero entre Jerez y Mairena celebrado la semana pasada en la Catedral. Los músicos hicieron un minuto de silencio antes de interpretar una marcha para sonrojo tanto de Antonio Real como de Antonio Montero, que además tuvieron que ver cómo el deán de la Catedral exigía ante el respetable una solución al problema.
De hecho, y para no tener que aguantar otro chaparrón, el propio Montero ha pedido “por favor” que la banda decline de hacer ningún tipo de protesta este sábado en San Mateo durante la Exaltación de la Saeta una vez aportada la ‘solución’ a su problema.
Desde el Consistorio defienden que la asociación tendría carácter temporal hasta que se abonen todos los atrasos, y defiende además que con la convocatoria de becas se garantiza la continuidad de la banda, como mínimo, los próximos cuatro años.
Por todo ello, calculan que con un sí de la banda, en diez días ya podía estar la asociación conformada, ya que hasta se han elaborado unos estatutos. Toca ahora esperar a saber qué decisión toma la banda, toda vez que alguno de sus miembros ya había planteado llevar al Ayuntamiento a los tribunales.
Pero no sólo los impagos desesperan a la banda, también el poco cariño que notan por parte del Ayuntamiento. De un lado, en lo relativo a los lugares de ensayo. En los últimos tiempos los músicos han tenido que dejar la sala Compañía, lugar habitual para ello, por la celebración de diferentes actividades, la última el Festival de Jerez, por lo que han tenido que ensayar en diferentes sitios, como el Centro Social Blas Infante o los Claustros de Santo Domingo.
Igualmente, hay detalles que no han gustado nada, como llamar a espaldas de la banda a otra formación musical de Jerez para que tocara el pasado 28 de febrero en La Barca de La Florida. Desde que el PP está en el gobierno, cada día de Andalucía la banda hace un concierto en la pedanía. Sin embargo este año, debido a la situación que se está viviendo, el Consistorio prefirió contar con otra formación a la que finalmente se le cayeron una decena de componentes. Desde el Ayuntamiento barqueño acabaron llamando a la propia banda municipal para solicitar a última hora diez músicos.
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