Los crueles mensajes de acoso a una alumna del instituto Romero Vargas de Jerez: "Móntate un Sandra, calva"

El entorno de la joven ha denunciado públicamente lo ocurrido. "Mátate", le han escrito también en el cartapacio a la estudiante

El mensaje que le han escrito a una alumna del IES Romero Vargas de Jerez.
24 de octubre de 2025 a las 08:45h

Una alumna del IES Romero Vargas de Jerez ha sido víctima de mensajes crueles y humillantes por parte de compañeros de clase, algunos de los cuales hacen referencia al reciente caso de Sandra, la adolescente de 14 años de Sevilla que perdió la vida tras sufrir violencia escolar. Entre los insultos que ha recibido figura uno especialmente cruel: “Móntate un Sandra, calva”.

Según ha trascendido, los mensajes no se han limitado a simples comentarios. En papeles y materiales escolares también han aparecido frases como “Ve con cuidado, mi bald” o “mátate, puta y calva”, escritas con una frialdad que ha provocado una fuerte reacción social.

Denuncias en redes y críticas al protocolo antibullying

El entorno de la joven ha denunciado públicamente lo ocurrido, señalando la falta de respuesta institucional. “En el instituto le han propuesto que se cambie de centro, algo que ella no quiere, y aunque se supone que está activado el protocolo antibullying, tarda demasiado y las amenazas continúan”, explicaron a través de redes sociales. En este sentido, Adonaya hizo un llamamiento a la ciudadanía: “Por eso os pido que me ayudes a ejercer presión en el centro para que el/la culpable salga y ningún niño más tenga que pasar por esto”.

Otra vecina, Alejandra, también compartió el caso en plataformas digitales, denunciando que “el instituto le dice a la alumna que se cambie. Por favor, compartir. Lo de Sandra acaba de pasar muy poco. Difundir, esta chica necesita ayuda”. Su mensaje ha reavivado el debate sobre la eficacia del sistema educativo para frenar el bullying.

Las reacciones ciudadanas no se han hecho esperar. En redes sociales, decenas de usuarios expresaron su horror ante la situación con comentarios como “qué horror”, “¿pero qué clase de monstruos estamos criando?”, “qué miedo tener un hijo y que sea así de malo” o “hay que ir en masa a ese instituto”.

El caso vuelve a poner el foco sobre la responsabilidad de los centros educativos, el papel de las familias y la urgencia de reforzar los protocolos de protección ante la violencia escolar. Mientras tanto, la familia de la menor reclama medidas concretas para garantizar su seguridad y evitar que otra tragedia vuelva a repetirse.

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Rubén Guerrero

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