En la céntrica calle San Pablo de Jerez, en el número 20, se encuentra el restaurante Chicuelo, un espacio que combina la arquitectura típica de una casa palacio jerezana con una propuesta gastronómica que apuesta por la innovación sin perder la esencia. La intención es estar a la altura tanto de lo que espera un turista que busca lo clásico de Jerez como de las exigencias de una clientela local.
Alejandro Aguilar, gerente del restaurante, define la filosofía del local como "tradicionalmente innovador". Explica que su equipo "rinde homenaje a las raíces, a los sabores de siempre, pero con una mirada actual. No queremos perder la esencia de nuestra tierra, pero tampoco nos conformamos con reproducir recetas. Nos gusta reinterpretarlas, introducir técnicas contemporáneas, ingredientes inesperados o presentaciones que sorprendan".
La carta de Chicuelo refleja esta apuesta, ofreciendo desde platos típicos como el arroz negro con choco y alioli de ajo asado o el adobito tradicional gaditano, hasta propuestas más creativas como el brioche de carrillada al Oloroso, el steak tartar o los crujientes de queso, puerro y gambas. Según Aguilar, "el brioche de carrillada al Oloroso es uno de nuestros imprescindibles: jugoso, lleno de sabor y con una fusión que representa a la perfección nuestro estilo". También destaca la ensaladilla de langostinos al ajillo, en una versión "sorprendente de un clásico muy nuestro" y la fritura variada con merluza, choco y adobo, "con rebozado ligero y textura perfecta".
El espacio físico de Chicuelo se adapta a diferentes necesidades. En la primera planta dispone de un salón principal elegante, un patio interior con encanto y un tercer salón reservado para eventos privados con capacidad entre 30 y 55 personas. En la segunda planta se ubica una terraza al aire libre rodeada de vegetación, ideal para cócteles y eventos, además de un salón privado para hasta 25 personas sentadas.
Este diseño permite que el restaurante pueda acoger celebraciones variadas como cumpleaños, comuniones, bautizos, prebodas, despedidas y cenas de empresa, con menús personalizables para adaptarse a las preferencias y necesidades de los clientes, incluyendo consideraciones por alergias o intolerancias alimentarias. "Cada evento en Chicuelo se diseña a medida", afirma Aguilar.
En cuanto a la clientela, Aguilar apunta que el perfil es diverso: "Tenemos más señores de entre 30 y 50 años que vienen con la familia, pero no con niños pequeños. También gente joven entre 25 y 30 que celebra con amigos o parejas. En general, el público tiene una renta media-alta y valoran la calidad y la variedad de la oferta". Además, explica que el restaurante tiene una fuerte presencia en eventos corporativos y de grupos, con numerosas comidas de empresas, despedidas y encuentros vinculados a colegios o hermandades locales.
Desde un punto de vista operativo, Chicuelo mantiene su actividad con horarios definidos: en junio abre de miércoles a domingo, ofreciendo servicio de comida de jueves a sábado entre las 13:30 y las 16:30 horas y cenas de 20:00 a 00:00 horas. Los lunes y martes permanece cerrado y los miércoles y domingo solo abre por la noche.
Un concepto innovador
Alejandro Aguilar también destaca la renovación integral que han realizado en los últimos meses, después de haberse hecho cargo de la gerencia desde el mes de septiembre de 2024: "Cambiamos la carta completamente, dimos un concepto un poquito más innovador. Cambiamos el mobiliario, la identidad del negocio, el logo, los colores, las redes sociales… Todo para adaptarnos mejor al público y la zona". Resalta que han incrementado la actividad en la terraza.
Sobre la ubicación, Aguilar considera que Chicuelo es "muy disruptivo en una calle donde predominan los tabancos y bares más tradicionales. Nosotros ofrecemos platos de calidad, elaborados y una experiencia gastronómica diferente, apoyada en un local amplio y con varios ambientes". Pero no se puede olvidar que también hay hueco para comidas más ligeras en este establecimiento: "Entrando a la derecha tenemos un tabanquito y se puede comer por unos 15 o 20 euros".
En definitiva, Chicuelo se presenta como una opción gastronómica en Jerez que combina respeto por la tradición con una propuesta renovada, flexible y orientada a diferentes públicos, tanto locales como visitantes. La gerencia del restaurante está a cargo de Alejandro Aguilar, mientras que la propuesta culinaria está liderada por el chef ejecutivo Jacobo Plata, cuyas creaciones son el alma de la experiencia gastronómica.
