La céntrica calle Larga de Jerez se ha convertido desde este viernes en una galería de arte a cielo abierto gracias a la exposición Jerez y su gente, un proyecto impulsado por la Agrupación Fotográfica Jerezana San Dionisio. La muestra, compuesta por más de un centenar de retratos de vecinos de la ciudad impresos en banderolas, permanecerá expuesta hasta el próximo 6 de julio, ofreciendo un recorrido visual en pleno espacio público.
La inauguración oficial contó con la presencia del delegado de Cultura, Francisco Zurita, el delegado de Educación, José Ángel Aparicio, así como con la presidenta de la Agrupación, María del Carmen Oliva, y otros miembros de la asociación. El acto marcó el inicio de una intervención artística que reivindica el protagonismo de la ciudadanía en el paisaje urbano.
Homenaje a la identidad colectiva de Jerez
La exposición forma parte del Festival Fotojenia y comenzó a gestarse en 2014. Desde entonces, ha ido evolucionando en distintas etapas con el objetivo de rendir homenaje a la identidad colectiva de Jerez. Para ello, la agrupación desarrolló un plató fotográfico itinerante, instalado en plazas, calles comerciales y otros espacios públicos, donde los ciudadanos eran invitados a posar de manera voluntaria y espontánea.
El resultado es una colección de retratos que captura la diversidad social y emocional de la ciudad. Las imágenes, impresas ahora en banderolas que cuelgan sobre la calle Larga, invitan a los transeúntes a detenerse, observar y reconocerse en los rostros que forman parte de la vida cotidiana de Jerez.
Durante la inauguración, el delegado de Cultura destacó el valor de este tipo de iniciativas como herramientas de acercamiento del arte a la ciudadanía. “Es una forma de poner en valor el arte de la fotografía, acercándolo a la gente, y de hacer de nuestras calles un espacio de encuentro con la cultura y con nosotros mismos”, subrayó Zurita. También puso en relieve el papel de la Agrupación San Dionisio como referente cultural local.
Más allá de su dimensión artística, la propuesta representa un ejercicio de participación ciudadana y memoria colectiva. Jerez y su gente no solo exhibe fotografías: construye una narrativa visual sobre la ciudad, su diversidad y su identidad, reivindicando la fotografía como medio de expresión y como instrumento de conexión social en el entorno urbano.