La delegada de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Jerez, Belén de la Cuadra, ha formalizado este martes el acta de ocupación y pago con la empresa AYP Servicios Integrales de Formación S.L., adjudicataria de la finca de la calle Cazón 11, tras un procedimiento de venta forzosa motivado por el incumplimiento urbanístico de sus anteriores propietarios.
Con esta operación, que implica la compra del inmueble por 420.000 euros, se dará paso a la construcción de 44 nuevas viviendas en el barrio de San Miguel, uno de los enclaves más emblemáticos del centro histórico de la ciudad. En la actualidad, reside una vecina en estas instalaciones, que tendrá que abandonarlas.
A&P Servicios Integrales de Formación S.L. ya ganó el concurso para un lote de dos inmuebles alrededor de la calle Carne, muy cerca de Porvera, en concreto en Cocheras y en Morla, entre Chancillería y plaza de Salvador Allende.
De bodega abandonada a nueva vida residencial
El proyecto supondrá la rehabilitación integral de una antigua bodega-granero del siglo XVIII, de casi 2.000 metros cuadrados y catalogada como de interés genérico dentro del conjunto histórico-artístico de Jerez. Según recoge el expediente, la finca corresponde a los antiguos números 9 y 11 de la calle Cazón, y formó parte de las propiedades del cercano Palacio de Villapanés.
La delegada ha agradecido al gerente de AYP, Carlos Bernal, su apuesta por el barrio y ha subrayado el valor patrimonial del edificio: "Se trata de una extraordinaria pieza urbana, una enorme y compleja construcción de almacenamiento que incluye graneros y bodegas", ha señalado.
Recuperación urbana y atracción de nuevos residentes
Belén de la Cuadra ha destacado que esta iniciativa contribuye a uno de los objetivos estratégicos del gobierno local: revitalizar el centro histórico y atraer a nuevos residentes permanentes. “Este proyecto no solo amplía el parque de viviendas en el centro, sino que permitirá rehabilitar un inmueble con un gran valor arquitectónico que lleva años en estado de abandono”, ha afirmado.
Además, la intervención pondrá fin a una zona degradada que suponía un riesgo de insalubridad, debido al deterioro de varios elementos, entre ellos el patio interior y las cubiertas del edificio.