El Ayuntamiento de Guillena (Sevilla) ha anunciado que retomará los trabajos para intentar localizar los restos de Antonio García López, conocido como concejal Botella, asesinado en los primeros días de la Guerra Civil. Su desaparición, ocurrida hace 89 años, se mantiene como una de las deudas históricas más dolorosas de la localidad. García López es el bisabuelo de Alejandro Valenzuela, alcalde de La Barca de la Florida, una ELA de Jerez.
García López, jornalero de profesión y militante del Partido Republicano Radical, fue elegido concejal tras las elecciones municipales del 31 de mayo de 1931, celebradas pocas semanas después de la proclamación de la II República. Su trayectoria política quedó truncada con el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y el avance de las tropas sublevadas bajo el mando de Queipo de Llano en la provincia de Sevilla.
El asesinato en el Camino del Serrano
El entonces edil, de 46 años, trató de huir ante la llegada de las fuerzas golpistas, pero fue interceptado en el Camino del Serrano, vía que conecta Guillena con la vecina localidad de El Ronquillo. Allí, según relatan los testimonios recogidos por su familia, fue asesinado de inmediato por una batida de sublevados.
Desde el final de la dictadura franquista, los descendientes de García López han intentado sin éxito recuperar sus restos. En 2022 falleció su hijo, Manuel Carmelo García Fernández, tras décadas de búsqueda infructuosa. Pese a los esfuerzos, la localización del cuerpo continúa siendo desconocida.
El Gobierno municipal de Guillena ha presentado ahora una solicitud de subvención a la Diputación Provincial de Sevilla, dentro de la línea destinada a proyectos de memoria histórica. La iniciativa cuenta con un presupuesto inicial de 4.840 euros y está impulsada por el Área de Memoria Histórica y Democrática.
El nieto del concejal asesinado, Bernardo Valenzuela, natural de La Barca de la Florida y un prestigioso abogado laboralista en sus tiempos en activo, ha expresado su gratitud a la corporación local de Guillena por mantener vivo el compromiso con la causa familiar. “Gracias por no cerrar la búsqueda de los restos de mi abuelo Antonio, por el que tanto lucharon sus hijos (mis tíos, tías y mi madre), hoy ya por desgracia fallecidos”, afirmó en una declaración que refleja la esperanza de una familia que aún aguarda justicia y reparación.