La atractiva campaña de Navidad motivó la apertura de La Saboría, en plaza Vargas, que apenas un mes después de abrir al público anuncia su traspaso.

El bar La Saboría, que abrió a primeros de diciembre en la plaza Vargas, ya luce cerrado y con un cartel de "Se traspasa" en su puerta. Vecinos y hosteleros veteranos del entorno de dicho enclave auguraban que el propietario del local —que en 2016 lo inauguró como bar de copas con el nombre de El Anticuario— solo lo abriría para hacer negocio en Navidad y, aunque éste negó la mayor a lavozdelsur.es en noviembre —"esto se abre para tener permanencia en el tiempo", afirmó— lo cierto es que ha terminado por darle la razón a los que sospechaban de sus intenciones.

No es la primera vez que desde el sector hostelero denuncian este tipo de prácticas, esto es, abrir establecimientos en lugares estratégicos y en fechas concretas para luego cerrar a los pocos meses. Fue también el caso de la cervecería La Real, en la plaza del Arenal, que abrió de cara a la pasada Semana Santa y aguantó abierto hasta que desde la delegación de Urbanismo ordenaron su precinto al carecer de licencia de apertura. No es el caso, no obstante, de La Saboría, que sí contaba con la pertinente licencia, como así se anuncia además en el cartel colocado en su puerta para atraer a cualquier interesado en adquirirlo.

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Jorge Miró

Periodista

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