“Es la primera vez que veo esto”. Manuel Sánchez, propietario del bar Pantoja, un local de tapas tradicionales que lleva seis años abierto en la calle Grecia, en Jerez, detectó en plena temporada de verano un avispero en la fachada. Justo dentro del hueco entre la pared y el cartel de este establecimiento de la Zona Sur.
Esta circunstancia supone un quebradero de cabeza para este hostelero que sufre las consecuencias en el día a día del bar.
Según explica a lavozdelsur.es, a mediados de agosto empezó a notar la presencia de algunas avispas, pero pensó que desaparecerían con los días. No fue así. “Ahora están saliendo menos, pero antes con el calor salían muchas más”, detalla.
El 29 de agosto decidió dar parte de la situación a un policía que es cliente. Fue entonces cuando este avisó a Medio Ambiente, y los técnicos se presentaron en el lugar. “Vinieron, estuvieron mirando y me dijeron: ya te llamaremos, porque la empresa está muy ocupada, hay muchas avispas por ahí. Y hasta ahora no me han llamado”, lamenta.
"Muchos no se quieren sentar fuera"
Mientras tanto, los problemas se multiplican. “Los clientes se sientan en la terraza y las avispas se van para ellos. Están por todos lados. Muchos no se quieren sentar fuera”, cuenta preocupado. Manuel comenta que han llegado a entrar incluso dentro del local. “Maté por lo menos cuatro”, dice.
El hostelero ha intentado solucionarlo por su cuenta, pero sin éxito. “Cogí una escalera grande y eché líquido, pero salen como aviones y he tenido que bajar corriendo”, asegura.
Las avispas campan a sus anchas incomodando a los clientes. Manuel desconoce qué especie exacta se esconde en el cartel, aunque sí sabe que no basta con retirarlas como a las abejas. “Me dijeron que tenían que venir a fumigar", dice el jerezano, que está a la espera de que el servicio solucione este problema que le supone un gran perjuicio.
La presencia de estas avispas resulta peligroso y espanta a la clientela. Por ello, Manuel mantiene la esperanza de que pronto se acabe esta situación.