El historiador del Arte especializado en pintura Antonio Romero Dorado, ha publicado la atribución de dos pinturas al artista italiano Carlo Saraceni. Ambas se encuentran en la capilla de las Angustias. Este especialista sanluqueño ha firmado un estudio en la revista especializada ARS Magazine sobre estas obras que presentan “la inconfundible firma estilística del artista veneciano influenciado por Caravaggio”.
En su análisis, Romero Dorado argumenta que la revolución estética que transformó Italia a comienzos del siglo XVII se bifurcó en dos grandes corrientes: el clasicismo romano-boloñés y el caravaggismo, tendencia marcada por un enfoque más naturalista y tenebrista. Bajo el poderoso influjo de Caravaggio, numerosos pintores italianos desarrollaron su arte en una nueva dirección, dando paso a una época de intensa efervescencia creativa.
En este contexto, señala, la presencia en España de obras del caravaggismo cobra un interés excepcional para los estudiosos de la Historia del Arte. “Un ejemplo revelador se encuentra en Jerez, donde se conservan dos óleos sobre lienzo con claros rasgos del estilo de Carlo Saraceni (ca. 1579–1620), uno de los principales exponentes de esta corriente”.
Dos joyas venecianas
Las obras en cuestión son Presentación del Niño Jesús en el Templo y Descanso en la Huida a Egipto, colgadas en los muros de la capilla de las Angustias. Ambas piezas destacan por la inconfundible impronta del artista veneciano: una cuidada gama cromática, el canon alargado de las figuras, pliegues muy marcados, rostros característicos y arquitectura en grisalla.
De las dos, Presentación del Niño Jesús representa “una composición inédita en el catálogo conocido de Saraceni. Por su parte, Descanso en la Huida a Egipto responde fielmente al modelo conservado en el Eremitorio de los Camaldulensesen Monte Porzio Catone, obra encargada al pintor en 1612 y ampliamente difundida a través de réplicas y estampas”.
La “alta calidad de la versión jerezana”, unida a su convivencia con la obra inédita, sugiere que ambos lienzos podrían ser réplicas realizadas por el propio Saraceni, aunque probablemente con intervención de su taller, “una práctica común en su época”.
Una llegada desconocida
El historiador explica que no existe documentación que permita fechar la llegada de estas pinturas a la capilla. Subraya, sin embargo, que en 1894 ya se hacía referencia en el templo a "varios cuadros de la vida de Jesús, de antigua escuela", lo que permite pensar que “ambos lienzos ya estaban allí en el siglo XIX y que incluso pudieron formar parte de una serie mayor”.
Antonio Romero tiene claro que “las pinturas no pueden haber sido creadas después de 1620, año en que falleció Saraceni. Además, la capilla de las Angustias aún no había sido ampliada —hecho que no ocurrió hasta 1730—, lo que abre la posibilidad de que las obras llegaran a Jerez más tarde, posiblemente en el siglo XIX, coincidiendo con el auge económico de la ciudad por el comercio del vino”.
A pesar de los interrogantes sobre su procedencia, dice que “estos dos lienzos elevan el valor patrimonial de Jerez y se suman al conjunto de obras atribuidas a Saraceni en España, como las conservadas en la Catedral de Toledo, el Venus y Marte de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza o La Incredulidad de Santo Tomás de la Colección Delgado”.
“Obras muy destacadas dentro del patrimonio artístico de Jerez”
El doctor en Arte José Manuel Moreno Arana, que ha firmado algunas investigaciones con el historiador sanluqueño y autor de este estudio, evalúa así las pinturas: “Me parecen obras muy destacadas dentro del patrimonio artístico de Jerez, donde no abundan pinturas de un nivel comparable dentro de nuestras iglesias”.
Agrega que “es el arte menos estudiado dentro del patrimonio jerezano por lo que cualquier novedad es siempre importante”. Finalmente resalta que “son obras interesantes por sí mismas y por la autoría que ahora se presenta, el italiano Carlos Saraceni, que fue un seguidor de Caravaggio”.