Una nueva La Vega, más moderna, pero respetando su característica fisonomía en la esquina de la plaza Esteve con la calle Doña Blanca. Eso es lo que busca el estudio de arquitectura Eric Perignat, encargado del diseño de la remodelación del emblemático establecimiento, cuya obra de remodelación comenzará en apenas unos días y que se prolongarán entre seis y ocho meses.
Como ya adelantó lavozdelsur.es días atrás, la reforma completa de las instalaciones era una de las cláusulas que tenía que cumplir el arrendatario Sui Ping Zhang, dentro del acuerdo al que llegó con la propietaria del inmueble, Cristina Herrero. El empresario chino se hacía con el alquiler de la cafetería por los próximos 15 años, pero se veía en la obligación de remodelarlo por completo. Sin embargo, la crisis y problemas de licencia han ido retrasando todo hasta este otoño de 2018, cuando la cafetería cerrará sus puertas provisionalmente para que arranquen las obras.
Collage en el que se intercala el nuevo diseño, en dibujo, con la realidad del edificio del IARA. FOTO: ESTUDIO DE ARQUITECTURA ERIC PERIGNAT
Como se aprecia en las imágenes que acompañan a este artículo, la fachada, con sus clásicos ventanales, se respeta. Dentro se ampliará la cocina y la barra y desaparecerá el puesto de churros que da a la plaza Esteve, siendo reubicado a otro punto de la cafetería, parece que en lado izquierdo.
Pero sin duda, la reforma le dará vida a la zona alta de La Vega. La primera planta se verá ampliada, mientras que la terraza pasará de ser descubierta a cubierta y contará con otra gran barra central. La idea, tanto del arquitecto como del propietario del negocio es que mientras la planta baja y la primera planta sigan estando destinados principalmente a desayunos y comidas, este espacio tenga un fin más propio de bar de copas. De esta manera, se le dará por fin uso a este espacio tan desaprovechado en los últimos años debido a su mal estado.
Otra vista del diseño de La Vega. FOTO: ESTUDIO DE ARQUITECTURA ERIC PERIGNAT
Lo que sí parece que podrían desaparecer, según se aprecia en el diseño final, son los clásicos toldos que siempre han dado color a los exteriores de La Vega. En cuanto al característico interior, con una decoración propia de los años 60, también parece que será historia.
Comentarios